Son millares los venezolanos que, hace tiempo, cruzan la frontera con Colombia, lo que ha provocado una crisis fronteriza que precisa de respuestas articuladas desde los países de la región. Es por eso que, a partir de una iniciativa impulsada por los presidentes Mauricio Macri y Juan Manuel Santos, se generó un plan de contención materializado y coordinado por los Cascos Blancos a fin de aportar nuestro granito de arena.
Desde el 23 de junio pasado, un equipo conformado por médicos y especialistas de entidades privadas de salud colaboran en esta importante misión, la cual viene rindiendo frutos especialmente entre la población de mujeres en edad fértil, bebés y niños menores de 17 años.
La labor de Cascos Blancos allí tiene un doble sentido. Primero, se trata de ayudar a los venezolanos que tienen menos recursos, menor disponibilidad para moverse, y que están sufriendo este exilio en busca de un mejor horizonte. Y, al mismo tiempo, colaboramos con los colombianos, dado el impacto enorme que se generó en la zona fronteriza colombo-venezolana como consecuencia del elevadísimo número de migrantes.
Por supuesto, no actuamos solos. Se trata de ser socios en este proyecto, actuando en coordinación con el Gobierno colombiano y con agencias internacionales de ayuda que ya actúan en el terreno, como la Cruz Roja y la ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados). Debemos seguir trabajando todos juntos para hacer frente a esta emergencia humanitaria.
Los invito a leer detalles de esta misión, y de otras acciones desarrolladas a lo largo de julio desde nuestra Cancillería.