El Palacio San Martín (ex Anchorena) constituye un testimonio vivo de la historia de nuestro país. Su arquitectura, funcionalidad y simbología expresan los valores, ideología y aspiraciones de la elite criolla y terrateniente de finales del siglo XIX y principios de siglo XX. El contexto histórico de su construcción permite indagar en una etapa de grandes transformaciones sociales, mientras que su posterior paso de residencia privada a sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, lo constituye en escenario de importantes eventos de la historia política nacional.