La Argentina es un país bicontinental y oceánico que posee un inmenso litoral marítimo de 4.725 km de longitud, que se suman a los 11.235 km de las costas de la Antártida Argentina y las islas australes. Los espacios marítimos argentinos (que incluyen el mar territorial, la zona económica exclusiva y la plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas) representan una inmensa superficie de 6.683.000 km2.
En ese marco, el Atlántico Sur se presenta como un espacio de inconmensurable importancia y valor estratégico para nuestro país y demanda el desarrollo de una política exterior que otorgue un rol protagónico al inmenso litoral marítimo argentino, a su extensa plataforma continental, a sus espacios insulares (en el que ocupan un lugar especial las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y sus espacios marítimos circundantes) y a la Antártida Argentina.
En ese entender, el Gobierno argentino lleva adelante una serie de políticas públicas estratégicas, entre las que se destaca el desarrollo de la investigación científica marina con miras a fortalecer la conservación y el uso sostenible de los recursos oceánicos, de conformidad con el derecho internacional.
De igual manera, promover la presencia y ejercer la soberanía sobre los espacios marítimos es un objetivo permanente de nuestro país, que requiere el desarrollo de una política de Estado de gestión del Atlántico Sur como espacio geoestratégico, no sólo en materia de soberanía, sino también en lo que respecta a sus incalculables recursos naturales (pesquerías, hidrocarburos, energía, minerales, etc.), a cuestiones ambientales y al desarrollo socioeconómico y científico de la Argentina.