Con el objetivo de contribuir con las acciones realizadas por el gobierno libanés para asistir a los refugiados sirios, Cascos Blancos realizó una misión de asistencia humanitaria de carácter pluridisciplinario, integrada por funcionarios de diversas carteras de Estado como ser la Dirección Nacional de Migraciones, la Comisión Nacional de Refugiados, otras áreas de la Cancillería argentina y voluntarios de Cascos Blancos.
Se desplegaron diversas acciones como la instalación de carpas sanitarias destinadas a un consultorio, un shock room, una sala de internación temporal con equipamiento tecnológico y un depósito de farmacia. Otra de las líneas trabajo se enfocó en el fortalecimiento comunitario y esto incluyó talleres que responden a los requerimientos y necesidades de los refugiados sirios. Por esta razón se realizaron cursos de primeros auxilios –dado que muchos de ellos presentan heridas y quemaduras –; de seguridad y empleo de matafuegos; de contención y apoyo psicosocial; y uno que instruye sobre el uso de medicamentos y la potabilización del agua. Asimismo, en articulación con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Cascos Blancos desplazó 2 voluntarios, uno experto en Agua y Saneamiento y otro en Atención a Víctimas de Violencia Sexual basada en Género, por un plazo de 31 días. La ayuda humanitaria consistió en una unidad sanitaria con insumos y medicamentos para asistir a la comunidad en materia de salud, 110 kits de higiene, 110 sets de cocina, 1300 frazadas, 110 carpas con capacidad para alojar a 5 personas, pastillas potabilizadoras y pastillas desinfectantes.