El 8 de marzo es un día de reconocimiento a la lucha de las mujeres por la igualdad de oportunidades y trato, es decir, por la construcción de una sociedad más justa y equitativa y, sobre todo, por una convivencia más justa entre hombres y mujeres.
Iniciamos así las actividades de conmemoración del Día Internacional de la Mujer, establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1977 (Res.32/142), al que el gobierno argentino ha adherido evidenciando su compromiso con los derechos humanos de las mujeres y su reconocimiento del rol que cada una de ellas cumple en nuestra sociedad.
Más allá de fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas, las mujeres de los cinco continentes se reúnen para conmemorar este día.
Cabe recordar que en esta misma fecha, pero en los albores del siglo XX, un grupo de trabajadoras luchaba por defender la igualdad de salarios y una jornada laboral limitada así como el derecho de las mujeres al sufragio, en un complejo escenario signado por la incipiente Primera Guerra Mundial.
El Gobierno Nacional se encuentra comprometido en alentar la plena e igualitaria participación de las mujeres en todas las instancias de análisis y adopción de decisiones, reconociendo el importante valor de sus contribuciones para el adelanto económico, social y cultural.
En cumplimiento de las Convenciones Internacionales en las que la Argentina es Parte, el Gobierno argentino ha priorizado dos ejes fundamentales de trabajo: la violencia contra la mujer y la lucha contra la discriminación en el marco de la construcción de un nuevo paradigma de desarrollo social a nivel nacional.
Ya en 1985, la Argentina ratificó la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. La Convención es, además, uno de los instrumentos internacionales a los que la Constitución Nacional asignó, en 1994, rango constitucional. En el presente, a fin de fortalecer la defensa de los derechos de la mujer permitiéndole el acceso a la instancia internacional prevista, el Poder Ejecutivo impulsó la aprobación, por parte del Congreso de la Nación, del Protocolo Facultativo de la Convención, la que ha tenido lugar recientemente.
La República Argentina mantiene una participación activa a favor de medidas internacionales para enfrentar la violencia de género, basada en la adhesión de nuestro país a las normas internacionales para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer emanadas de la Convención de Belem do Pará.
De igual modo, nuestro país ha impulsado, a nivel regional, la creación del Mecanismo de Seguimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (MESECVI), adoptado por la Organización de los Estados Americanos en 1994, el cual brinda la oportunidad de promover estrategias conjuntas y aunar esfuerzos contra este flagelo. Al respecto, cabe subrayar la decisión del gobierno argentino de ser sede de la próxima reunión de este Mecanismo, que tendrá lugar en junio de este año, organizada por este Ministerio.
Nos preocupa la dimensión creciente del tráfico y la trata de personas, en particular mujeres, niños y niñas, y en esta materia estamos trabajando, principalmente en el ámbito de la Comisión Interamericana de Mujeres y de la Reunión Especializada de la Mujer (REM) del MERCOSUR.
En este marco, la República Argentina tomó la iniciativa de presentar, ante la Reunión Especializada de la Mujer, la propuesta de creación de una Comisión Técnica que trabaje articuladamente, entre los Estados Miembros del bloque, en programas y acciones conjuntas para abordar la violencia contra la mujer, propuesta que fue adoptada como resolución en la última reunión en noviembre en Río de Janeiro. En este tema, acompañamos también al Consejo Nacional de la Mujer en la elaboración de un Registro Único de Casos que permita homologar indicadores, estadísticas y procedimientos nacionales, entre los Estados Parte y Asociados.
Finalmente, merecen destacarse los esfuerzos de los distintos organismos del Poder Ejecutivo Nacional así como de las organizaciones no gubernamentales, articuladas en la Comisión de Equidad de Género del Foro de la Sociedad Civil de este Ministerio y la Comisión Ad-hoc para el Seguimiento de la Plataforma de Acción de Beijing, coordinada por la Representación Especial para Temas de la Mujer en el ámbito Internacional.
En síntesis, hemos avanzado en romper la barrera del ocultamiento de la violencia y la discriminación de la mujer como problema social y lo hemos instalado en la agenda pública de nuestro país.
La perspectiva de género debe ser entendida, entonces, como una mirada horizontal y transformadora de todos los ámbitos de la vida social, que desde la Cancillería hemos incorporado como herramienta de trabajo en el diseño de nuestra política exterior, ya que el mundo está empezando a entender que no hay política más eficaz para promover el desarrollo, la salud y la educación que el empoderamiento de las mujeres y las niñas.
Es para todos nosotros esperanzador comprobar como la humanidad, a través de la lucha de tantas mujeres, logra mejorar día a día. Mi homenaje a las que trascendieron en la historia y a las que permanecieron anónimas. A esas mujeres que se adelantaron a su época y que aún a costa de sus vidas fueron capaces de alzar la voz para defender sus derechos con valentía. A las mujeres de hoy, que superando el dolor, defienden en todo el mundo los derechos de los más débiles. A las que luchan por la paz. Y a las mujeres de todos los días: las trabajadoras, artistas, políticas, científicas, estudiantes y madres.
Felicitaciones a todas ustedes en su día