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Jorge Enrique Taiana

Miércoles 6 Diciembre 2006
Discurso del Sr. Canciller Jorge Enrique Taiana
Ceremonia de Clausura del Ciclo Lectivo 2006
Instituto del Servicio Exterior de la Nación

Señor Director del ISEN, Embajador Horacio Basabe,

Señores Miembros del Cuerpo Diplomático acreditado en la República Argentina,

Antiguos Directores del ISEN,
Autoridades del Ministerio,

Señores Egresados y Aspirantes,
Señoras y señores:

Es una gran satisfacción estar hoy aquí, con ustedes, en la Ceremonia de Clausura del Ciclo Lectivo 2006 del Instituto del Servicio Exterior de la Nación. Deseo expresarles la importancia que el Gobierno asigna a este Instituto y al objetivo de promover el óptimo funcionamiento de un cuerpo profesional de diplomáticos reconocido y respetado, tanto dentro del país como en el extranjero.

El ISEN, creado hace ya 43 años, es el organismo único de selección, formación e incorporación de Aspirantes al Cuerpo Diplomático argentino, y tiene como misión fundamental afirmar y desarrollar la vocación profesional, los principios éticos y morales, y la convicción patriótica de los futuros diplomáticos.

La vinculación personal con el ISEN no termina una vez alcanzado el objetivo de ingresar al Ministerio como Secretarios de Embajada. No olvidemos que una parte importante de la labor del Instituto está dedicada a la actualización de conocimientos y al perfeccionamiento de todos los funcionarios en diversas etapas de su carrera. Un mundo signado por cambios y rápidas transformaciones demanda una permanente preparación y una actitud abierta para responder, con prontitud y eficacia, a los crecientes desafíos profesionales.

Como casa de altos estudios, el ISEN es una institución de docencia, investigación y extensión académica; un centro de pensamiento sobre los grandes problemas del país y su proyección en el mundo exterior. En el contexto actual, caracterizado por la aceleración y profundización de las relaciones internacionales, las actividades del Instituto deberán enfatizar, cada vez más, la determinación de la Argentina de no renunciar a su autonomía en las decisiones y de participar, de manera activa y constructiva, en favor de un nuevo orden mundial, un orden que sea capaz de garantizar una nueva estrategia de desarrollo sustentable con inclusión social.

Señoras y señores:

La política encabezada por el señor Presidente de la Nación tiene diversos caracteres distintivos, entre los cuales se destaca, primordialmente, un claro y decidido compromiso con la defensa del interés nacional.
La defensa de los principios que surgen de la Constitución Nacional, de la Carta de las Naciones Unidas, así como de todos los instrumentos internacionales de los que la Nación es parte, constituye el rasgo de identidad de nuestra intensa y constructiva participación en el mundo de hoy.

La reafirmación de la política de Estado consagrada en nuestra Constitución Nacional nos exige continuar actuando con la misma firmeza y coherencia para alcanzar una solución justa, pacífica y duradera a la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.

Nuestro país ha manifestado reiteradamente su disposición a dar cumplimiento a la obligación de resolver esta disputa anacrónica que pesa tanto sobre la Argentina como sobre el Reino Unido. No existe razón válida alguna para condicionar o aplazar el cumplimiento de esta obligación a la que reiteradamente exhorta la comunidad internacional mediante categóricos pronunciamientos al respecto.

Por otra parte, consideramos que el multilateralismo es el instrumento más eficaz para la lucha por la paz, la seguridad, la defensa de los derechos humanos y para combatir la pobreza y la exclusión, las enfermedades, los delitos de comercio ilícito, en particular el narcotráfico, y la degradación ambiental. Al mismo tiempo, la integración regional debe ser la clave para lograr nuestro desarrollo sustentable con inclusión. Nuestra inserción en América Latina dejó de ser retórica. Hemos fortalecido el Mercosur con el acceso de nuevos miembros y persistimos en dotar a esta alianza regional de la mayor fuerza y coherencia posibles, tanto en lo comercial como en lo político.
El reencauzamiento de la Argentina por una senda de responsabilidad activa en materia de política exterior significa un compromiso pleno con valores y principios de un idealismo progresivo que busca transformar el mundo acercándolo a esos valores. La acción desarrollada en el Consejo de Seguridad, en el recientemente constituido Consejo de Derechos Humanos, así como en el ámbito hemisférico, son ejemplos claros en ese sentido.
Por otra parte, en el último año hemos acentuado las vinculaciones bilaterales en todas las regiones del mundo, con una intensidad inusual en nuestra historia reciente. La iniciativa que estamos desarrollando en Asia en su conjunto resulta un claro testimonio en ese sentido. Lo mismo podría señalar con respecto a Medio Oriente, donde los frutos de la acción desplegada se perciben con claridad en el intercambio comercial. Con el mismo énfasis, hemos proyectado un nuevo diálogo con nuestros distintos socios europeos, cuyas inversiones y vinculaciones mucho valoramos. Africa es la frontera que encaramos, también, con un enfoque renovado.

Señoras y señores:

La República, desde el comienzo mismo de su historia, ha tenido logros diplomáticos que contribuyeron a crear la Nación. La diplomacia merece que le dediquemos, sin reticencias, cada momento y cada esfuerzo.

El ISEN debe seguir contribuyendo a consolidar esa historia de logros formando un cuerpo profesional preparado, eficiente y con convicciones éticas y democráticas que fortalezca el prestigio de nuestra presencia en el mundo y que cumpla e interprete adecuadamente las políticas que fija la Cancillería. Un cuerpo que muestre sensibilidad en el análisis político y defienda con convicción y firmeza los altos intereses de la Nación.

Me complace señalar que, este año, el ISEN ha profundizado su intercambio con academias diplomáticas extranjeras y ha recibido, en calidad de becarios, a cuatro funcionarios diplomáticos de países vecinos, dos de Brasil, uno de Bolivia y uno del Paraguay.
A ellos les agradecemos su esfuerzo y dedicación y les auguramos el mayor de los éxitos como diplomáticos en sus países de origen. Esperamos continuar con estos intercambios que resultan mutuamente estimulantes y enriquecedores.

Asimismo, quiero dar una cálida bienvenida a los funcionarios diplomáticos que se incorporarán a partir del 1° de enero próximo al Cuerpo Permanente del Servicio Exterior de la Nación. Los exhorto a que participen activamente de la vida del Ministerio y le ofrezcan su iniciativa, creatividad e imaginación. El país necesita diplomáticos que sepan expresar la sociedad de la que forman parte, que tengan verdadero compromiso con la Argentina actual y con su historia, con su desarrollo cultural y con su gente, con todas sus regiones, con la diversidad que nos es esencial. Estoy convencido que cuento con ustedes y con el aporte de sus conocimientos en esta tarea de gran alcance y que es indispensable para el futuro del país.

A quienes desde hoy son nuestros distinguidos colegas les digo que comienzan a participar de una etapa promisoria de la vida nacional, en la que nuestro país estabiliza su economía y consolida su democracia, abriendo así una agenda de gran proyección argentina en las relaciones internacionales. Celebro el desafío de poder transitar juntos este camino a recorrer. Les auguro una carrera plena de satisfacciones profesionales y de logros en la defensa de los intereses de nuestro país.

Muchas gracias.