El Canciller Jorge Taiana, en nombre del Gobierno argentino, y el Embajador de la República de Chile, Luis Maira Aguirre, en nombre de su país, condecoraron esta tarde al Pastor de la Iglesia Evangélica de Alemania, Heinz F. Dressel, por su trayectoria y accionar solidario para con numerosos exiliados argentinos, chilenos y de otros países del Cono Sur, así como por su permanente compromiso en la defensa de los Derechos Humanos, en un acto que se realizó en el Palacio San Martín de la Cancillería argentina y que se constituye en la primera condecoración que realizan dos países conjuntamente en cualquier concepto –y no sólo referido a los Derechos Humanos–.
“La ceremonia de hoy es un signo de que nuestras sociedades no están fatalmente destinadas a que la historia se repita, sino que podemos revertir procesos y construir democracias sólidas con pleno respeto de los derechos humanos”, dijo Taiana ante una nutrida concurrencia compuesta por el Colectivo de Exiliados, autoridades nacionales, representantes del Poder Legislativo, del Poder Judicial y de Organizaciones de Derechos Humanos, como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, así como por los embajadores de Brasil, Mauro Vieira, de Ecuador, Francisco Ernesto Proaño Aarandi, de México, María Cristina de la Garza Sandoval y de Alemania Rolf Schumacher, y otras personalidades que se hicieron presentes en el Palacio San Martín para reconocer públicamente el trabajo humanitario y solidario que el Pastor Dressel realizó, salvando vidas y ayudando a perseguidos políticos durante las dictaduras militares del Cono Sur (Argentina, Brasil, Chile y Paraguay).
Antes de otorgarle al Pastor Dessel la condecoración de la Orden de Mayo al Mérito en el Grado de Conmendador, Taiana dijo en su discurso que “la Argentina ha recorrido un largo camino en los últimos años para resolver su pasado y poder enfrentar los desafíos del futuro. Con mucho esfuerzo, y especialmente gracias al trabajo incansable del movimiento de derechos humanos de la Argentina, hoy podemos decir con orgullo que la democracia argentina, sus instituciones y una decidida voluntad política removieron todas y cada una de las causas que impedían la investigación y sanción de los responsables de crímenes de lesa humanidad.
“Querido Pastor Dressel, usted nos distinguió con su ayuda”, continuó Taiana, quien agregó que “es una prioridad en mi gestión distinguir y resaltar actuaciones valiosas como las suyas y mostrarlas como ejemplo para futuras generaciones, como una contribución que demuestra que es posible, aún en las circunstancias más difíciles, no ser un simple espectador del horror y encontrar la grandeza del espíritu para identificar cuál es nuestro deber ante el sufrimiento del prójimo. Hoy vemos que el Plan Cóndor ha sido reemplazado por una coordinación positiva de nuestros países en la búsqueda de la Verdad, la Justicia, la Reparación y la Memoria.”
Dressel, de nacionalidad alemana, condujo una institución (Ökumenisches Studienwerk) que desarrolló un Programa de Becas a través del cual conseguía socorrer a cientos de personas que huían de las dictaduras en busca de un refugio seguro, salvando vidas y ayudando a perseguidos políticos durante las dictaduras militares del Cono Sur (Argentina, Brasil, Chile y Paraguay).
Por su parte, el Embajador chileno en nuestro país, Luis Maira Aguirre, ponderó la ceremonia al destacar lo “valioso que este sea un acto conjunto de los gobiernos argentino y chileno, a los que se suma –me decía el embajador de Brasil–, la desición adoptada por el Gobierno brasilero de proceder en la misma dirección”, y dirigiéndose a Dressel dijo: “Usted ha sido el amigo de nuestros pueblos, de aquellos que saben dar la mano en las horas difíciles, de aquellos que cultivan la hermosa virtud de la solidaridad”
“Creo que lo que ocurre esta tarde es un acto de justicia y de reconocimiento a un hombre que en el caso de los perseguidos chilenos tuvo notables conductas que hoy mediante esta condecoración agradecemos: Salvo vidas, reunificó familias, permitió hacer menos duro el trance del exilio, obtuvo trabajo y dignidad para quienes estaban lejos de su tierra y habían perdido sus derechos fundamentales” dijo Maira durante su discurso antes de concederle al Pastor alemán la Orden de Bernardo O’ Higgins en el Grado de Conmendador
Finalmente, el Pastor Dressel agradeció la condecoración que le otorgaron hoy los dos gobiernos: “Para mí en una inmensa honra haber sido considerado por las máximas autoridades de la República Argentina y la República de Chile para recibir una preciosa condecoración argentina y chilena que, sobre todo, me señala, que aquí, en estas tierras hospitalarias, estoy en casa. Es eso lo que siento y me conmueve.”
“Quiero afirmar que acepto el homenaje, en primer lugar en función de mi Iglesia. Nuestro criterio fundamental era salvar vidas a través de becas, o por lo menos salvar la integridad y la dignidad humana de la gente. La filosofía que orientaba la acción solidaria de la obra ecuménica se basaba en la solidaridad cristiana que traspasaba todas las fronteras ideológicas, religiosas o de otro tipo. No dividimos los seres humanos en distintos grupos más o menos simpáticos. Queríamos ofrecer a los perseguidos nuestra amistad y nuestro amparo humano”
Para ello, el Pastor debió confrontar y abogar en su propio país para posibilitar la permanencia en Alemania y facilitar el acceso al desarrollo personal y del conocimiento de los exiliados en el marco de una cultura diferente y con no pocas situaciones adversas. Esta tarea la realizó desde una clara posición respecto a los Derechos Humanos por la cual priorizó salvaguardar vidas independientemente de posiciones políticas, creencias religiosas o nacionalidades.