El Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, presentó esta mañana, en la sede de esa institución en Washington, el trabajo del Secretario de Comercio Internacional, Martín Redrado, "Una nueva inserción comercial para América Latina", que promueve una nueva política comercial multipolar, ofensiva y permanente, como vía para la conformación del nuevo paradigma de desarrollo sustentable que necesita la región.
En este contexto, Iglesias destacó la implementación que realiza la administración Kirchner de la estrategia de inserción comercial de la Argentina como una "herramienta generadora de crecimiento sostenible".
El documento presentado se inscribe en el marco de la iniciativa especial de comercio e integración del BID que apunta a la difusión pública y al debate de las políticas en este campo, y desarrolla los fundamentos para la construcción de una política comercial que permita una mayor inserción exportadora de los países latinoamericanos en el escenario internacional, superadora del estancamiento económico y el sobreendeudamiento externo, generando de este modo una nueva estrategia de sustentabilidad hemisférica.
"Se trata de compartir con todos los ámbitos de la región nuestra experiencia en la gestión y ejecución de la política comercial argentina, y de investigación en el relacionamiento externo de América Latina y la configuración de un modelo exportador como fuente de crecimiento de los países en desarrollo"- señaló Redrado, quien agregó - "Desde la Cancillería que conduce Rafael Bielsa hemos implementado un modelo de gestión que recoge aportes públicos y privados, los que, amalgamados, dieron lugar a la construcción de una política comercial agresiva, orientada a la apertura de mercados para los productos argentinos a través de las negociaciones comerciales, y el complemento ineludible del desarrollo de mercados como herramienta que asegura la efectiva ocupación de los espacios ganados".
En efecto, la publicación explora los lineamientos de una política comercial externa donde la articulación consistente de sus brazos de acción - la negociación para disminuir o eliminar las barreras no arancelarias, la búsqueda y el desarrollo de mercados -, el consenso y la interacción público-privada sirven de plataforma para el despegue internacional de los bienes y servicios producidos por los países de la región. Al mismo tiempo, el repaso de la experiencia internacional que realiza el trabajo - en particular, de Chile y México, verdaderos referentes para la región en materia comercial - demuestra que el desafío de obtener recursos genuinos a través de la venta de nuestros productos es posible.
Para alcanzar esta meta, la estrategia comercial postula cuatro objetivos básicos - incrementar sustancialmente el volumen exportador, diversificar los destinos de los embarques, desconcentrar las ventas hacia productos con mayor valor agregado y derramar el negocio exportador sobre todo el espectro productivo -, edificados sobre los pilares del consenso y la consistencia, en virtud de los cuales los esfuerzos concurrentes de los negociadores públicos, las fuerzas productivas, la comunidad académica, el arco político y la sociedad civil transforman dicha estrategia en una política de Estado.
Tomando como ejemplo el diseño de la actual política comercial argentina, fundada en un análisis profesional de las ventajas competitivas dinámicas del país, el trabajo plantea el desarrollo de un enfoque guiado por una serie de principios rectores. Así, la reciprocidad - nada se da si no existe un valor equivalente a cambio -, la consistencia - un sólido respaldo técnico profesional basado en estudios teóricos que miden el impacto de cada negociación sobre los sectores productivos -, el pluritematismo - que presenta a la Argentina como una Nación con desarrollos en el ámbito de la agricultura, los servicios, la industria, las inversiones, las compras de gobierno, entre otros - y la transparencia - un amplio sistema de información y difusión de las ofertas arancelarias a los sectores productivos previo a su presentación a la contraparte internacional - caracterizan y dan sustento a la estrategia comercial planteada. A ello se le suma el concepto de multipolaridad, que alude a un criterio de inclusión que prevalece sobre el de selección, por el que se aprovechan las sinergias de la simultaneidad al participar en todas las negociaciones que impliquen oportunidades para la producción argentina, tanto en el marco multilateral, regional, birregional o bilateral.
Precisamente, la cantidad y la complejidad de foros de negociación que enfrenta la política comercial exige evaluar por anticipado el impacto económico que tendrán las concesiones recíprocas. Con ese fin, se desarrolla una estrategia de evaluación que cuenta tanto con una visión global que diseña el mapa de acuerdos y sus resultados finales, como con un análisis particular que ayuda a identificar las amenazas y oportunidades a nivel sectorial. El análisis agregado se realiza utilizando Modelos de Equilibrio General Computado (MEGC) que permiten determinar efectos sobre la producción, las exportaciones, el empleo y las remuneraciones de la economía en su conjunto. El enfoque desagregado se apoya en Modelos de Equilibrio Parcial (MEP) y una batería de indicadores (índices de complementariedad comercial, de ventajas comparativas y de comercio intraindustrial) que cuantifican los impactos a nivel sectorial.
"Este ensayo procura demostrar, a través de nuestra experiencia, que los antagonismos inconducentes pueden ser superados creando consensos transversales que sirvan de plataforma al despegue internacional de nuestros productos" - agregó Redrado - "Creemos que la región debe aprovechar el proceso de transición que genera toda salida de una crisis económica para implantar un nuevo paradigma de crecimiento, con políticas pro-mercado pero, a la vez, de inclusión social. América Latina debe enfocarse hacia un crecimiento sustentado en la creación genuina de divisas a través de las ventas externas como motor de la inserción internacional de la región en la senda del desarrollo sustentable. En suma, exportar para crecer, con una nueva política comercial que ayude a nuestros pueblos a encontrar su lugar en el mundo del siglo XXI".
Buenos Aires, 7 de junio de 2004