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DISCURSO DE BIELSA EN CANCUN

Jueves 11 Septiembre 2003
Información para la Prensa N°: 
204/2003

Se transcribe a continuación el discurso que pronunció
hoy el canciller Rafael Bielsa en ocasión del Quinto Período
de Sesiones de la Conferencia Ministerial de la Organización
Mundial del Comercio (OMC) que tiene lugar en Cancún:

"Sr. Presidente

Sr. Director General Dr. Supachai

Sres. Ministros

Sras y Sres.

Deseo agradecer en nombre de la República Argentina al Gobierno
de México y a las autoridades locales de esta espléndida
ciudad de Cancún que nos recibe en esta ocasión con la
simpatía y amistad al pueblo mexicano.

Permítame
Sr. Presidente felicitarlo por su designación, y augurarle los
mejores deseos de éxito para la compleja tarea que tiene por
delante. Conociendo su amplia experiencia y excelentes dotes de negociador,
estoy convencido de que su asistencia será muy valiosa durante
esta conferencia.

En
esta oportunidad quiero asimismo expresar la cordial bienvenida de la
Argentina a los nuevos miembros de nuestra Organización: Camboya
y el Reino de Nepal.

También
deseo en nombre del Presidente de la República Argentina, agradecer
las palabras de apoyo pronunciadas ayer por el Presidente Fox, frente
a las complejas negociaciones que mi país estaba llevando adelante
con el Fondo Monetario Internacional que, me alegra decirlo, han culminado
por fin satisfactoriamente. No menos gratitud, que no olvidaremos, le
cabe al resto de los países de la comunidad internacional que
nos dieron su apoyo.

Por
último, debo decir que hoy, 11 de septiembre se conmemoran dos
acontecimientos aciagos: el primero, el daño a la democracia
y a las instituciones chilenas infligido en 1973 por sectores golpistas,
quienes no impidieron que en 2003 la hermana República fuera
un modelo de país en expansión; y el segundo, el daño
al proceso de institucionalización multilateral que infligieron
al mundo los atentados que sufrió Estados Unidos el 11 de septiembre
de 2001.

Sr.
Presidente, el desafío que tenemos por delante en los próximos
días nos señala que deberíamos dejar de lado la
retórica para encarar esta tarea con una decidida voluntad de
alcanzar resultados realistas y equilibrados.

Para
ello, deberemos actuar con determinación dejando de lado posiciones
irreductibles y contribuir en forma responsable a impulsar la Ronda
de Doha.

En
Cancún no debemos reinterpretar el mandato de Doha sino más
bien unir nuestras fuerzas para cumplirlo de buena fe.

En
la sociedad civil hay personas que no conocen cuál es el fin
de esta organización, que son ajenas a las actividades que desplegamos
y que tal vez puedan tener algunas dudas sobre los propósitos
que nos convocan.

Por
ello debemos hacer transparentes nuestros actos y deliberaciones brindando
información y dando la debida participación a la sociedad
civil en las consultas a nivel nacional.

Tenemos
que producir decisiones equitativas para ayudar a mejorar las condiciones
de vida de miles de millones de personas a través del establecimiento
de un sistema comercial más justo.

El
mundo en desarrollo concentra más del 85% de la población
mundial y menos de un 25% del total de su producción. Esta desigual
distribución indica los ejes sobre las cuáles esta Conferencia
debe poner su atención, porque es mucha la responsabilidad que
recae sobre cada uno de nosotros.

La
altísima concentración del progreso tecnológico
en los países desarrollados, la mayor vulnerabilidad macroeconómica
de los países en desarrollo, y el marcado contraste de oportunidades
para las futuras generaciones de uno y otro mundo, son características
distintivas de las asimetrías del actual orden económico
internacional.

Quisiera
mencionar sólo unos pocos ejemplos para ilustrar la gravedad
de la situación descripta, destacando lo siguiente: los países
en desarrollo tienen una relación entre su deuda externa total
de corto plazo y sus reservas, superior al 50 %. En América Latina
este porcentaje trepa a más del 80% y la relación entre
el servicio de la deuda y las exportaciones es del orden del 35%, es
decir que por cada dólar de ingreso de exportación un
tercio debe destinarse al pago de la deuda.

La
última edición de "Perspectivas Económicas
Globales 2004", informe producido por el Banco Mundial, asegura
que un acuerdo que considere los intereses de los países en desarrollo
podría impulsar el crecimiento económico y sacar de la
pobreza a 144 millones de seres humanos para el año 2015. La
simulación realizada por el Banco Mundial demuestra que reduciendo
picos y promedios arancelarios en bienes agrícolas e industriales,
el ingreso global podría crecer entre 270 y 520 mil millones
de dólares, de los cuales entre la mitad y los dos tercios irían
a los países en desarrollo.

El
sistema comercial global está claramente sesgado en contra de
los países en desarrollo. Definitivamente, las naciones más
ricas tienen que asumir el liderazgo que les corresponde en este proceso
y, en este sentido, la cuestión más difícil de
resolver es la de la agricultura. Asumir un liderazgo significa hacerse
cargo de que sólo hay que tratar igual lo que es igual, pero
distinto a lo que es desigual.

Los
subsidios a la agricultura en el mundo desarrollado ascienden a 300
mil millones de dólares, una suma que es mayor que el producto
bruto de Africa y equivale a seis veces el monto de la ayuda para el
desarrollo.

En
la Conferencia de Doha decíamos, en la sesión inaugural,
que "la posibilidad de acceso a los principales mercados es un
elemento de vital importancia en momentos en que el flujo de capitales
revierte su signo para muchos países emergentes, y el comercio
internacional se convierte en la única fuente realista de obtención
de divisas".

Aquí,
casi dos años después, debemos definitivamente trazar
el camino de una apertura genuina de los mercados como uno de los elementos
centrales de una estrategia global para combatir la pobreza, la marginalidad,
el estancamiento y la consecuente posición de endeudamiento y
crisis de buena parte de los países en desarrollo.

Un
mundo más justo en términos de comercio, con oportunidades
para todos, con menos fricciones comerciales y mayor integración
y respeto del sistema multilateral, es también un importante
reaseguro para crear un mundo inclusivo que rechace la creciente violencia
del terrorismo internacional.

Esta
Conferencia nos brinda la oportunidad histórica de reencauzar
el comercio internacional hacia formas más equilibradas, en las
cuales el mundo en desarrollo pueda encontrar una clara justificación
para apoyar este proceso de negociación. Esta es la Ronda del
Desarrollo y en ella el acceso a los mercados para los países
en desarrollo es vital. Si no hay acceso genuino en los productos en
los cuales el mundo en desarrollo es competitivo, el sistema comercial
multilateral perderá su credibilidad.

Sr.
Presidente, ya en el año 1958 el "Informe Haberler"
decía que las barreras impuestas por los países desarrollados
a las importaciones de los países en desarrollo eran la principal
causa de los problemas comerciales. Casi 50 años después
debemos decir que esa afirmación sigue confirmándose.

Hace
10 años, durante la Ronda Uruguay, se discutía sobre los
subsidios agrícolas. Hoy, seguimos hablando de los mismos temas
y se siguen repitiendo los mismos argumentos.

Por
ello, la insistencia en integrar plenamente la agricultura en el sistema
multilateral para corregir las distorsiones, nada tiene de retórico
sino que es realismo, es sinceramente necesidad, en el más puro
sentido de la palabra. Declarar que se tienen necesidades, cuando esto
es cierto, también es un acto de afirmación de la dignidad
nacional.

Sr.
Presidente, permítame señalar algunas cuestiones específicas
luego de dos años de intensos trabajos en Ginebra.

Tenemos
que aprobar aquí un texto de Declaración Ministerial que
reafirme y permita cumplir con lo acordado en Doha, no que reemplace
o disminuya su nivel de ambición. Las condiciones internacionales
que hicieron posible una Agenda para el Desarrollo no han desaparecido;
por el contrario hoy siguen vigentes.

Vemos
con preocupación que el proyecto de texto que hemos recibido
presenta importantes dificultades, en particular en la cuestión
agrícola.

Los
tres pilares de agricultura tal como están reflejados en el proyecto
de Declaración no satisfacen a la Argentina. Incluyen disposiciones
que tienden a perpetuar las prácticas distorsivas del comercio
agrícola mundial. El texto que surja de esta Conferencia deberá
reflejar un necesario equilibrio de intereses en esta vital cuestión.
No puede sesgarse su contenido, con la finalidad de continuar -en los
hechos- con las prácticas distorsivas en materia de apoyo interno
y subsidios a la exportación, ni tampoco debe reducirse la ambición
en el pilar de acceso a los mercados. Esto no es congruente con el mandato
de Doha y por ende no es aceptable. Esas han sido las palabras del facilitador
en el tema "Agricultura" en esta conferencia ministerial,
George Yeo, Ministro de Comercio de Singapur: "la facilitación
consiste en hacer cumplir el mandato original".

Es
necesario poner un límite temporal a la existencia de subsidios
a las exportaciones agrícolas. En lo que respecta a medidas de
apoyo interno, los límites deben establecerse por producto específico.
Además, se debe terminar con el cambio de color en los subsidios
internos (box shifting), y establecer un límite para lo que se
incluye en la "caja verde". Finalmente, es imprescindible
abordar límites para los aranceles máximos. Todo esto
cuidando de no afectar para nada el flujo de comercio sur-sur a través
de nuevos mecanismos como el de la salvaguardia especial.

En
lo que concierne a la cuestión de acceso a los mercados para
productos no-agrícolas, reiteramos la necesidad de preservar
el equilibrio en toda la negociación. No se puede aceptar que
haya que pagar por la flexibilidad que históricamente requieren
los países en desarrollo.

En
cuanto a otros temas de nuestra agenda, somos conscientes de la importancia
de las cuestiones Implementación y de los cuatro temas de Singapur.
Respecto a ello continuaremos desplegando nuestra buena disposición
y la necesaria flexibilidad que pedimos a los demás, pero no
aceptaremos que se pretenda avanzar en las negociaciones respecto de
temas sobre los que aún no existe consenso.

En
lo que respecta al comercio y medio ambiente y las indicaciones geográficas,
vale aquí reiterar nuestro rechazo a propuestas que pretenden
introducir, de forma disimulada, nuevas y perjudiciales restricciones
al comercio.

Trabajaremos
para que Cancún reafirme el compromiso con la liberalización
progresiva del comercio de servicios, entendida esta como una liberalización
gradual que respete la soberanía en la formulación de
políticas regulatorias y que resguarde la facultad de los gobiernos
para regular áreas de especial interés.

La
liberalización y movilidad de los servicios de alta tecnología
e intensivos en capital tiene que tener un paralelismo en su ambición
con la movilidad temporal de la mano de obra, conforme lo establece
el GATS. Las ofertas de los países desarrollados hasta ahora
solo permiten consolidar comercio entre países desarrollados
y es muy poco el progreso alcanzado para facilitar el acceso de proveedores
de servicios y servicios de los países en desarrollo.

Sr.
Presidente,

Participamos en esta reunión con un alto espíritu de compromiso
frente al sistema multilateral y a la organización que lo administra.
Deseamos reafirmar el delicado y trabajoso equilibro alcanzado de Doha.
De ninguna manera aceptaremos disminuirlo.

Esperamos
que en estos días de muy intensa labor podamos avanzar en esta
tarea y así contribuir a trazar el rumbo de un camino para una
mayor igualdad y bienestar de todos los pueblos.

Muchas
Gracias".

11 de septiembre de 2003