La Secretaría de Culto de la Nación y la Embajada de Italia en la Argentina rendirán mañana homenaje a Primo Levi, en conmemoración de los 20 años de su fallecimiento, con un acto que se llevará a cabo a las 12:00 en la residencia del Embajador italiano, Stefano Ronca en Av. del Libertador 2100.
Asistirán a la conmemoración el secretario y el subsecretario de Culto, Guillermo Oliveri y Alejandro Grossman; el presidente de la DAIA, Aldo Donzis; el vicepresidente de la AMIA, José Adaszko; y el director del Instituto Italiano de Cultura, Ennio Bispuri, entre otras autoridades. También participarán alumnos de establecimientos educativos católicos, evangélicos, judíos y musulmanes.
Durante la conmemoración se descubrirá una placa recordatoria y los alumnos de las diferentes escuelas plantarán un árbol en el jardín de la residencia.
Primo Levi (1919-1987) fue un químico italiano, graduado de la Universidad de Turín, que devino escritor después de su trágica experiencia en el campo de concentración de Auschwitz. Era miembro de una familia judía italiana de sólidas tradiciones intelectuales. Como consecuencia de la aplicación de las leyes raciales le prohibieron el acceso a la escuela pública.
En 1943, se unió a la resistencia antifascista. Fue arrestado y, al ser identificado como judío, fue entregado al ejército de ocupación alemán que en 1944 lo deportó al campo de exterminio de Auschwitz, Polonia, donde pasó diez meses antes de que el campo fuera liberado por el Ejército Rojo. Levi fue uno de los 20 sobrevivientes de los 650 judíos italianos deportados a Auschwitz. Al volver a Italia, empezó a escribir sobre sus experiencias y debutando en la narrativa en 1947 con Si esto es un hombre (Se questo è un uomo). Asimilable a los textos más significativos dedicados a la tragedia del Holocausto, como el Diario de Anna Frank y El nuevo proceso de Peter Weiss, Si esto es un hombre relata con mirada lúcida, el infierno de los campos de exterminio y los horrores sufridos por los internos. Esta experiencia traumática marcó para siempre al autor, que siguió interrogándose acerca de la misma durante más de cuarenta años, hasta su trágica muerte por suicidio.