El 28 y 29 de septiembre se desarrolló en el Salón Libertador del Palacio San Martín de la Cancillería el Taller CELAC-UE sobre prevención de la violencia de género: “Políticas de Prevención y Educación con Varones”, organizado en conjunto con la Unión Europea, en el marco del Capítulo de Género del Diálogo birregional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE).
En el encuentro, participaron 130 expertos, de 36 países, del ámbito gubernamental, académico y de la sociedad civil, representantes de la Unión Europea, de la CELAC, OEA, ONU-MUJERES, CEPAL y PNUD, y organismos nacionales del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Intercambiaron experiencias y políticas públicas para la prevención de cualquier forma de violencia basada en género, específicamente aquellas orientadas a que los varones y niños puedan ser agentes de cambio y aliados estratégicos de la equidad de género, así como las destinadas a evitar la reincidencia de los agresores.
Se logró establecer un diagnóstico amplio de las discriminaciones, desigualdades, y de la violencia de género, y enfatizó en modificar sus mecanismos de reproducción. Al mismo tiempo, se destacó la importancia del papel de los varones y de la educación desde la más temprana edad, entendiendo que no es posible erradicar la violencia contra las mujeres sin un fuerte compromiso de estos, ya que si son parte del problema también deben ser parte de la solución.
Entre las principales líneas de trabajo del taller, se subrayó la importancia de cuestionar, revisar y deconstruir el modelo masculino hegemónico en el que los hombres han sido socializados y los mecanismos de reproducción de dicho modelo, como un buen punto de partida para corregir los daños que el sexismo genera a mujeres y hombres.
De esta manera, se abordó la necesidad de promover nuevas y buenas alternativas de masculinidad, que cuestionen el rol del hombre dominador, y la importancia de que puedan surgir nuevos ejemplos entre pares: evitar la indiferencia ante situaciones de violencia, reemplazar el silencio por el diálogo y el acompañamiento.
En el proceso de construcción de una sociedad equitativa, se acordó que es necesario profundizar la compresión de aquellos elementos de la masculinidad tradicional que inciden en los comportamientos violentos de los varones, de manera que sea posible prevenir las actitudes violentas hacia prácticas más igualitarias.
A su vez, se resaltó que la sensibilización y educación de los varones desde la niñez no sustituye la defensa de los derechos fundamentales de las mujeres, ni debe disminuir los recursos destinados a atender a las víctimas de la violencia de género. La participación activa de las mujeres y los hombres en la lucha social contra la violencia hacia las mujeres es necesaria, así como lo es la denuncia y la tolerancia cero hacia todo tipo de violencia, sea física, sexual o psicológica.
El encuentro permitió conocer en profundidad ejemplos de buenas prácticas en distintos países para la prevención primaria de la violencia con nuevos enfoques hacia los varones de todas las edades sobre diferentes temáticas. Por ejemplo, la responsabilidad de las tareas domésticas y de la salud sexual y reproductiva, paternidad responsable, etc.; la educación hacia jóvenes varones o grupos mixtos para derribar estereotipos y promover la igualdad; y los diferentes abordajes hacia los agresores, sean estos de carácter voluntario o por mandato de la justicia.
Como resultado del Taller se elaboró un Informe que servirá como Repositorio de las experiencias y buenas prácticas intercambiadas al que se puede acceder mediante el link:
https://www.dropbox.com/sh/o09j6gwcdrrokrb/AACnuvNS20ELXcB5rHCb7uCma?dl=0
Al cerrar el encuentro, el Canciller argentino Jorge Faurie destacó que “La importancia de trabajar en la educación de temas de género con varones implica un compromiso que debe renovarse desde lo individual a lo colectivo, desde el ámbito privado al público y desde lo nacional a lo global. La educación es la clave. Ser activos en la sensibilización y concientización de nuevas configuraciones y conductas masculinas permitirá el progreso hacia la no violencia y la igualdad de género”.