En el Día Internacional de la Madre Tierra, el jefe de Gabinete de la Cancillería argentina, Guillermo Justo Chaves, participó de un foro a nivel local, organizado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, sobre la puesta en vigencia del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, más conocido como Acuerdo de Escazú.
En la jornada en la que el presidente Alberto Fernández participó de la Cumbre de Líderes sobre el Clima, invitado por su par de los Estados Unidos, Joe Biden, Chaves destacó el compromiso de la República Argentina en la lucha contra la crisis climática, y la vinculó con las crisis sanitaria, económica y alimentaria actuales. “Estas crisis están íntimamente relacionadas, de manera que si las evaluamos de manera separada no vamos a encontrar soluciones”, dijo.
“El Acuerdo de Escazú es totalmente innovador desde su génesis, ya que lo que se negocia es una participación muy activa y significativa de la sociedad civil, más allá de las negociaciones entre Estados. Democratiza esta temática llevándola desde los Estados y los expertos a la sociedad civil”, aseguró, y resaltó “la cooperación internacional como uno de los pilares de este acuerdo”.
“La crisis climática demanda herramientas de solución, que están en el marco del Acuerdo de Escazú y, por supuesto, en la respuesta política que deben tener los Estados al tomar conciencia de la catástrofe que estamos viviendo a nivel climático”, afirmó Chaves durante el encuentro virtual, quien agregó que “si nosotros desde la política no atacamos las causas de todo esto, difícilmente encontremos las respuestas”.
Al mencionar que existe “una deuda climática de los países ricos con los países de renta media y baja”, aseveró: “Necesitamos respuestas generales por parte de los líderes mundiales. Hay una causa común que es la obscena, desigual y abrumadora concentración de la riqueza, consecuencia de un formato de capitalismo. Esa concentración generó esta crisis climática, generó la desigualdad, los problemas de pobreza y de desarrollo desigual entre los países. Y fundamentalmente hoy nos genera graves dificultades al momento de encontrar solución a la pandemia, porque esa concentración se traslada a problemas como la distribución de las vacunas”.
“Para que busquemos los estándares más altos en materia ambiental es necesaria la acción de nuestra legislación, la participación de la sociedad civil, la generación de una cultura ambiental, pero atrás de todo eso tenemos la responsabilidad de tomar decisiones políticas. La gran responsabilidad para solucionar estas crisis está en la política”, resumió.
Luego de que Argentina y México depositaran el 22 de enero pasado sus respectivos instrumentos de ratificación, hoy 22 de abril entra en vigencia el Acuerdo de Escazú, suscrito en el marco de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Es el único acuerdo vinculante emanado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Río+20) y el primer acuerdo regional ambiental de América Latina y el Caribe.