“Fue un G20 de logros escritos”

Sábado 5 Diciembre 2020

 

“La Argentina tuvo un resultado importante en la última Cumbre de Líderes del G20: apareció con mucha fuerza en el documento que las instituciones crediticias y las organizaciones internacionales más relevantes den soporte a países emergentes, en desarrollo y de bajos ingresos. Ese 'en desarrollo' nos incluye a nosotros”, aseguró el 2 de diciembre el canciller Felipe Solá al participar del Segundo Foro Abierto de Política Exterior Argentina “Desafíos de una agenda soberana para el desarrollo” organizado por la Red Argentina de Profesionales para la Política Exterior (Redappe).

 

“No fue un G20 de fotos. Fue un G20 de logros escritos”, señaló el canciller, e indicó: “En política exterior hay una relación directa entre soberanía y desarrollo, porque a mayor soberanía, mayor crecimiento de la capacidad soberana y de autonomía para decidir caminos hacia el desarrollo”.

 

“A medida que un país se desarrolla, también va adquiriendo mayor soberanía. Sobre todo, si pensamos al desarrollo hoy como un hecho que tiene repercusión social y geográfica, y qué está pensado más que nada en la incorporación de tecnología, y dentro de ella, la valorización de recursos humanos”, dijo.

 

El canciller aseguró que “la política exterior es la prolongación de un mandato popular a través de la diplomacia”.

 

Solá explicó que “uno de los problemas que limita la soberanía de un país es la desigualdad y la pobreza; lo que antes se llamaba el subdesarrollo". Dijo que "nosotros siempre hablamos de la pobreza y de la desigualdad como consecuencias; como consecuencias de políticas injustas, de estructuras injustas consolidadas por políticas concretas totalmente conservadoras en materia de no modificar esa estructura. Hay que tener una segunda mirada: la pobreza y la desigualdad no solo como consecuencia sino también como causa de dificultad enorme para el desarrollo. Hay una obligación ética y una obligación solidaria, pero también no hay desarrollo en un país que no es capaz de hacer que su evolución económica y productiva llegue a la mayor cantidad de argentinos”.

 

El ministro dijo que “cuando un país crece solamente en un lugar, un enclave, alrededor de una capacidad, no mejora su nivel de soberanía; si puede mejorar su balanza comercial o sus ingresos. Pero no basta con eso”.

 

Por último se refirió a la cuestión Malvinas. “Hemos cambiado la política. No hacemos patrioterismo. Hacemos leyes. Es un tema enorme para la Argentina, por el que se derramó mucha sangre. Lo que estamos haciendo es que no sea gratis el negarse a discutir totalmente el tema. ¿No lo hacen?  ¿Tenemos que ser cada vez más amigos ignorando el tema? No. Tenemos que discutir primero la cuestión de la soberanía como indicó la ONU en 1965."

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