La Cancillería argentina junto a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, en un trabajo articulado con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), lograron el levantamiento de la suspensión de TREINTA Y UNO (31) establecimientos pesqueros argentinos que habían suspendidos por la Administración General de Aduanas de la República Popular China (GACC) por casos relacionados con COVID-19. El levantamiento de la suspensión opera a partir del 14 de febrero de 2023.
Del mismo modo, la GACC releva a la Argentina de la necesidad de presentar informes quincenales sobre el estado de situación de casos de COVID-19 en los establecimientos pesqueros habilitados.
El Secretario Juan José Bahillo destacó que “este logro es producto del trabajo profesional y coordinado entre diferentes áreas del Poder Ejecutivo Nacional, así como de la confianza construida entre la Argentina y China”. Gracias a ello, el gigante asiático se ha transformado en el segundo destino de nuestras exportaciones agroalimentarias. En 2022, exportamos a China más de USD 7.300 millones, lo que representa un incremento del 24% respecto a 2021 y nuestro sector pesquero cada vez gana más lugar en ese mercado. En 2022, Argentina exportó a China productos de la pesca por un valor total de USD 223,5 millones, un 23% más que el año anterior, siendo China el segundo destino detrás de la Unión Europea. China es el segundo importador mundial de productos de la pesca, con más de USD 13.000 millones anuales, lo que deja a las claras el potencial que tenemos.
A su vez, el Subsecretario Carlos Liberman declaró: “Es una gran noticia haber recibido esta notificación, que abre una gran ventana de oportunidad para fortalecer el ingreso de divisas a nuestro país.” A su vez destacó que “Nuestro trabajo y nuestra función se encuentra plena y exclusivamente dirigido al sector pesquero nacional, que es el que genera más de 100.000 puestos de trabajo directos e indirectos. Sabemos que durante la pandemia se adoptaron acciones correctivas y se aplicaron rigurosos protocolos de inocuidad y bioseguridad para minimizar el riesgo de introducción del COVID-19 a través de alimentos exportados mercados internacionales. Todo ese esfuerzo hoy tiene su recompensa”