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Rafael Antonio Bielsa

Viernes 11 Junio 2004
Discurso del Sr. Canciller Rafael Antonio Bielsa
Visita del canciller del Perú, Manuel Rodríguez Cuadros
Discurso del Sr. Canciller Rafael Antonio Bielsa

Señor ministro de Relaciones Exteriores de la República del Perú,

Estimado amigo:

Quisiera en primer término expresar mi satisfacción por la fructífera labor desarrollada por las delegaciones participantes en la IV Reunión de la Comisión General de Coordinación Política e Integración Argentino-Peruana. Estoy convencido que sus resultados constituirán una valiosa contribución para alcanzar las metas que nos hemos propuesto en materia de fortalecimiento del proceso de integración, entendido como un proyecto de vasto alcance que abarca no sólo los aspectos económico-comerciales, sino también los vínculos políticos y el intercambio cultural.

En un contexto mundial en el que se han acentuado la incertidumbre, los riesgos y las asimetrías, la única opción racional es trabajar -eficaz y creativamente- en pos de la integración plena de nuestra región. La cooperación, la solidaridad y la concertación de posiciones entre quienes compartimos intereses, principios, valores y visiones nos permitirá fortalecer nuestra capacidad negociadora dentro de los márgenes de autodeterminación existentes.

En un espacio global interdependiente, la capacidad de actuar de manera coordinada y concertada en una lógica de suma cero constituye un recurso de poder que debemos ser capaces de aprovechar y maximizar. En esta lógica se inscribe la reciente incorporación del perú al Mercosur en carácter de Estado Asociado, así como su participación en el Foro de Consulta y Concertación Política.

Asimismo, la convergencia de la Comunidad Andina de Naciones y el Mercosur hacia la creación de un espacio sudamericano brindará nuevas oportunidades para el crecimiento y el desarrollo de nuestros países y de la región en su conjunto.

En este contexto, me parece oportuno hacer una breve referencia al informe sobre el estado de las democracias presentado recientemente por el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas. En dicho informe, se destaca que nuestra región, en términos de la vigencia y extensión del sistema de elecciones libres, periódicas y regulares, se compara sólo con las regiones que incluyen a los países más desarrollados del planeta. Es, sin duda, una gran noticia que ratifica que hemos superado el último gran desafío del siglo XX: la transición a la democracia.

Lamentablemente, el mismo informe advierte que América Latina se ha vuelto, en términos relativos, el área más desigual del mundo y que la pobreza y la inequidad minan el contenido de la democracia, entendida en términos cualitativos. En este mismo sentido, también cabe destacar que si bien el progreso en la situación de los derechos humanos es una de las tendencias más positivas del proceso de democratización regional, no se advierte una mejora sustantiva proporcional en materia de protección y promoción de lo que se ha dado en denominar derechos humanos de segunda y tercera generación. Nos enfrentamos así al primer gran desafío del siglo XXI: transformar la democracia de electores en una democracia de ciudadanos.

Por mucho que nos esforcemos, ni argentinos ni peruanos podremos avanzar solos en nuestro empeño por consolidar un proceso de crecimiento económico con equidad social, combatir la pobreza y garantizar niveles de vida dignos para el conjunto de nuestros ciudadanos.

Para lograr plenamente estos propósitos, para que nuestras capacidades alcancen todo su potencial, debemos trabajar en forma coordinada en pos de un orden internacional solidario y multilateral. Debemos unir nuestros esfuerzos para forjar una comunidad de naciones que procure fortalecer la justicia y estimular el crecimiento sustentable de nuestras economías. Una comunidad asentada en el respeto del derecho, una comunidad fundada en el modelo de la cooperación, superador de la mera coexistencia.

El actual gobierno argentino quiere ser consecuente con lo mejor de nuestros principios y nuestras tradiciones de política exterior, promoviendo en el plano internacional los mismos valores de democracia, igualdad, libertad, justicia social y participación que sostenemos en el plano interno.

Así, el afianzamiento y modernización de las instituciones democráticas nacionales se corresponde con el fortalecimiento y actualización de los organismos internacionales; el principio de la igualdad entre los ciudadanos, con la igualdad entre los estados; el objetivo de lograr mayores niveles de bienestar y de equidad social, con el derecho de acceder a los mercados internacionales sin competencia desleal; la cohesión social, con la integración regional; la solidaridad social, con la solidaridad latinoamericana; el resguardo de la paz y la seguridad interior, con la enérgica condena del terrorismo y la consolidación de la zona de paz en nuestra región.
Señor canciller:

El resultado de las deliberaciones de la IV Reunión de la Comisión General de Coordinación Política e Integración Argentino-Peruano pone de manifiesto el compromiso mutuo de nuestros países con los valores, principios y propósitos que brevemente he reseñado. Hemos identificado y definido las principales cuestiones de interés compartido en diversos campos (político, económico, comercial, científico-técnico y cultural), así como las líneas de acción conjunta que en dichas materias debemos seguir. Cabe destacar asimismo la importancia de los instrumentos que hoy hemos suscripto, el tratado de extradición y el acuerdo sobre cooperación en materia de desastres.

El trabajo de nuestras delegaciones estuvo imbuido de la convicción de que no existe un destino predeterminado, así como de la certeza de que contamos con las capacidades para enfrentar con éxito nuestro primer gran desafío del siglo XXI: consolidar una democracia de ciudadanos. Como afirmara Gandhi: "creer que lo que no ha ocurrido hasta ahora no ocurrirá jamás es no creer en la dignidad del hombre".

Estimado amigo:

En el cumplimiento de sus responsabilidades de conducción de la política exterior del Perú, usted ha puesto de manifiesto en reiteradas oportunidades su firme convicción sobre el destino común de nuestra América Latina. Recordamos el énfasis con que abogó por la incorporación del Perú al Mercosur como Estado Asociado, así como su labor en pro de la convergencia de la Comunidad Andina de Naciones en un espacio sudamericano que abrirá nuevas oportunidades de desarrollo para nuestros pueblos.

Asimismo, y en adición a los méritos personales que lo hacen merecedor de la distinción que mi Gobierno ha decidido conferirle, quiero también aprovechar esta oportunidad para expresar públicamente, el profundo reconocimiento que sentimos por los históricos lazos de hermandad y solidaridad que unen a la Argentina y el Perú.

Por todo lo expresado, me siento particularmente honrado por la grata misión que me ha encomendado el Señor Presidente de la Nación, Dr. Néstor Kirchner: otorgar en este acto a Don Manuel Rodríguez Cuadros la condecoración de la Orden de Mayo en grado de Gran Cruz, por su valiosa contribución al desarrollo de las relaciones entre nuestras naciones.

Muchas gracias.