Estimados amigos:
Es muy grato para mí poder compartir con ustedes este encuentro, tanto por lo estratégico del sector al cual ustedes pertenecen y representan, como por lo pertinente de la visión regional que se le otorga a esta importante reunión.
Deseo felicitar especialmente a los organizadores nacionales por el esfuerzo realizado y por el positivo resultado de la iniciativa y, especialmente, agradecer a los participantes extranjeros por su visita a nuestro país.
Resulta necesario para mí, solicitarles a ustedes sopesar mis breves palabras bajo la perspectiva histórica reciente, para poder entender en forma clara la situación actual de la argentina en la región y en el mundo.
Como ustedes saben, nuestra sociedad se encuentra transitando las consecuencias de la formidable crisis que estalló a fines de 2001, como consecuencia de la aplicación de políticas que generaron niveles inéditos de desindustrialización, desempleo, pobreza e inequidad social.
Hoy, con un enorme esfuerzo colectivo, la Argentina busca recuperarse, y crece a tasas que superan los diagnósticos más auspiciosos, alcanza un nivel de superávit fiscal sin precedentes, y cancela deuda neta con los organismos financieros multilaterales.
A propósito, quisiera mencionar algunos datos que permiten comprender la magnitud de los logros alcanzados:
el producto bruto interno creció un 8,7% en 2003, y las estimaciones para este año permiten anticipar un crecimiento del orden del 8%.
obtuvimos una recaudación fiscal récord durante los primeros ocho meses de 2004, lo que representa un crecimiento del 42% anual.
la inflación se mantuvo en niveles bajos en lo que va del año, previéndose un incremento de tres puntos por sobre el 4% registrado en 2003.
por primera vez en más de cuatro décadas, se registraron dos años consecutivos de superávit fiscal primario del gobierno central.
durante el primer semestre de este año, las ventas argentinas al exterior alcanzaron los 16.567 millones de dólares, representando un incremento del 13% en relación con el mismo período del año anterior. Para el 2004 se prevé un nuevo record -del orden de los 34.000 millones de dólares- impulsado sobre todo por las exportaciones de manufacturas, tanto de origen agropecuario (22%) como industrial (19%).
los niveles de inversión, que habían caído dramáticamente en el momento más arduo de la crisis, se han recuperado y hoy se ubican aproximadamente en el 18% del producto bruto, es decir, en el nivel promedio de la década de 1990. Esta recuperación de la inversión resulta aún más digna de ser subrayada por haberse dado en un contexto de fuerte restricción crediticia, lo que significa que ha sido financiada especialmente con fondos propios.
también es importante mencionar la impronta que hemos dado al tratamiento de nuestra deuda externa, incorporando explícitamente la relación entre crecimiento y capacidad de pago en las negociaciones emprendidas con los organismos financieros internacionales.
En suma, la argentina es un país que ha optado por sincerar sus opciones, dejando atrás las sobreactuaciones del pasado.
Dicho en términos muy simples, nuestro objetivo central es lograr que cuando el mundo se dirija hacia nosotros nos encuentre en el sitio donde anunciamos que íbamos a estar, porque la prédica y la práctica convergen.
En este marco, nos encontramos trabajando decididamente para apuntalar el proceso de crecimiento, mejorar la posición internacional del país y reinsertarlo plenamente en la región y en el mundo.
Para esto, propiciamos un estado eficiente, responsable y transparente, que ofrezca calidad institucional, seguridad jurídica y previsibilidad. Estamos empeñados en impulsar políticas que estimulen la producción, la generación de empleo y la equidad social.
Porque así como logramos detener el proceso de deterioro de nuestra economía y superar la crisis de gobernabilidad de fines de 2001, hoy nos toca garantizar que el crecimiento alcanzado se sostenga y se traduzca en beneficios concretos para el conjunto de nuestros ciudadanos.
Entendemos entonces que la economía debe estar al servicio del bienestar general y creemos que el bienestar de los ciudadanos está dado, fundamentalmente, por la dignidad que genera el trabajo.
Quiero anunciarles que bajo esta visión estratégica, hemos propuesto para la IV Cumbre de las Américas, que se realizará en nuestro país, el lema "crear trabajo para enfrentar la pobreza y fortalecer la gobernabilidad democrática", que ha sido aceptado por todos los países del hemisferio.
Somos conscientes de que no podremos lograr solos el objetivo de consolidar un proceso de crecimiento sostenido con equidad social que sustente la construcción de una democracia estable. Por el contrario, en un mundo cada vez más interdependiente, la cooperación y la concertación de posiciones con países con los cuales compartimos intereses, valores y visiones, es un recurso que debemos ser capaces de aprovechar al máximo.
En el marco de estos lineamientos, la argentina ha reforzado notablemente su inserción y su presencia en América Latina. Hemos revitalizado nuestros vínculos con todas las naciones de la región, profundizando nuestra asociación estratégica con Brasil y con Chile, y concretando importantes acuerdos con México, Venezuela y Bolivia.
El gobierno del presidente Kirchner concibe a la integración regional como un camino ineludible para posicionarnos ventajosamente en el mundo global y promover, en forma concertada y de modo más efectivo, una agenda de política exterior que promueva y acompañe las estrategias de desarrollo.
Uno de los aspectos positivos de la globalización económica tiene que ver con el surgimiento de condiciones favorables para la creación y consolidación de esquemas de integración regional, en consonancia con la necesidad de formar bloques de países que constituyan asociaciones basadas en intereses socioeconómicos comunes y en un espacio físico compartido.
Esta situación permite estructurar políticas comunes, configurar zonas de libre comercio o uniones aduaneras y, en algunos casos, conformar mercados comunes o uniones económicas.
Como podemos advertir, la intrínseca complejidad de los esquemas de integración regional nos advierte que se trata de procesos prolongados que demandan visión estratégica, esfuerzos concertados y paciencia. Sobre todo, esfuerzo sostenido y paciencia. Si algo se obtiene sin haber luchado para ello, luego no se sabe cómo hacer para conservarlo.
Estimados amigos:
Estos trazos con los que he presentado la situación de nuestro país y su incidencia en la región y en el mundo, han sido y son el contexto por el que ha atravesado y atraviesa el sector petroquímico en la argentina.
Así como las políticas de los '90 y la crisis de 2001 influyeron gravemente en este sector de la industria nacional, la evolución positiva de nuestra economía también tiene su correlato en la actual recuperación que encuentra a la industria petroquímica nacional en el uso pleno de su capacidad, y habiéndose reestablecido sectores vinculados a ella que se encontraban devastados.
Como muchos de ustedes saben, la argentina ha tenido tradicionalmente el más alto consumo per cápita de productos petroquímicos de América Latina. Según un estudio que considera los 50 productos que representan el 80 % de la capacidad instalada de la industria petroquímica mundial, la argentina tiene una capacidad productiva instalada de 175 Kg por habitante y un consumo que para 2004 se estima de 145 Kg por habitante, con tendencia ascendente. El previsible crecimiento de la demanda interna de productos petroquímicos augura buenos réditos a las inversiones destinadas a satisfacerla.
Una coyuntura externa favorable, un tipo de cambio acorde con nuestra realidad y la recuperación de los niveles de inversión, son factores que están siendo aprovechados por parte del estado y del sector privado para promover aún más el crecimiento de las industrias nacionales.
Por otra parte, la problemática energética relacionada con el abastecimiento del gas que, sin duda, preocupaba al sector industrial en general y al petroquímico en particular, en tanto insumo imprescindible para un funcionamiento creciente, está siendo solucionada. Y no se trata de soluciones coyunturales ni de emergencia, sino de soluciones encuadradas en una perspectiva estructural y regional, en una verdadera reingeniería de la matriz energética.
Porque ya no es válido ni posible diseñar o ejecutar políticas nacionales que no posean esa perspectiva.
La ampliación de la red de gasoductos y las importantes inversiones en obras a realizarse durante 2005, son ejemplo de este camino emprendido, pero quiero destacar el acuerdo que firmaron el presidente Kirchner y el presidente mesa de la república de Bolivia, por el cual se garantiza un escenario de previsibilidad en la ecuación energética argentina en lo que respecta a la provisión de gas para el curso de los próximos 5 ó 6 años.
Sabemos que aún queda mucho por hacer, todo por hacer, y estamos trabajando en una verdadera estrategia de desarrollo. Como ustedes verán, los objetivos y valores que les presenté a lo largo de mis palabras requieren de un consenso nacional y del esfuerzo coordinado y eficiente de diversas áreas del estado, entre las que se encuentra la cancillería.
En el ministerio de relaciones exteriores es constante el acompañamiento de las áreas de comercio internacional en materia de apertura de nuevos mercados, promoción de productos e inteligencia comercial.
A estas acciones se suman otras más recientes vinculadas con las PYMES exportadoras de nuestro país y, por supuesto, todas las acciones que apuntan a consolidar el Mercosur, a potenciar una estrategia sudamericana y a darle, en este contexto, previsibilidad a los industriales argentinos y a los inversores extranjeros.
Estimados amigos:
La realización de este foro y la valiosa participación de los experimentados especialistas que expresarán sus enfoques a lo largo de estos días, así como los debates que sin duda enriquecerán nuestras posiciones, son especialmente propicios para el momento que atraviesa nuestro país.
Agradezco nuevamente su invitación y los comprometo a seguir en la búsqueda de una mayor productividad y competitividad para uno de los sectores clave del desarrollo latinoamericano.
Muchas gracias.