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Jorge Enrique Taiana

Martes 27 Febrero 2007
Discurso del Sr. Canciller Jorge Enrique Taiana
Discurso del señor canciller Taiana en ocasion del Seminario sobre comercio e inversiones

Representa para mí una gran satisfacción tomar contacto con altas autoridades así como con distinguidos hombres de negocios de esta amiga nación sudafricana con la que nos une no solamente cierta proximidad geográfica en el ámbito del hemisferio sur, sino también lo que es más importante, una visión compartida de los grandes temas que hoy nos presenta el escenario internacional.

Consideramos a Sudáfrica un país que constituye ejemplo de lo que puede la voluntad humana, guiada por principios democráticos de justicia y libertad, para enfrentar los grandes problemas que se plantean en el desarrollo de la sociedad en su conjunto.

De hecho esta afinidad se manifiesta concretamente en la pertenencia de ambos países a determinados bloques internacionales como el grupo de Cairns, el G-20, y el Nama-11.

Seguimos con gran interés el desempeño económico de Sudáfrica que en el último quinquenio elevó su PBI en un 100%, ocurriendo otro tanto con su PBI per capita.

Este importante desarrollo acentúa el rol destacado que tiene como gran país productor de materias primas estratégicas o que juegan un rol clave en la economía internacional, como por ejemplo: oro, diamantes, platino, hierro, cromo, etc. Destacamos asimismo los logros tecnológicos alcanzados en distintos campos en los cuales está en condiciones de competir con las principales economías industriales.

En realidad vemos que han avanzado en la exportación de productos de alto valor agregado como es el caso de la industria automotriz y otras como las maquinarias y el equipamiento eléctrico.

De esta manera su país amplía su influencia benéfica y estabilizadora en todo el ámbito del continente africano.

Es por ello que nuestra relación con Sudáfrica reviste para mi gobierno un carácter estratégico. Vemos en ella un socio confiable y un país intermedio, con una población similar a la nuestra y con problemas y objetivos también similares.

Esto además tiene que ver con un aspecto central de la actual política exterior argentina que se refiere a la formación de ejes de cooperación sur-sur con el propósito de lograr un nuevo orden económico internacional más equitativo y equilibrado.

En lo que hace a nuestro país, puedo manifestarles que se encuentra actualmente atravesando una situación economica caracterizada por una notable recuperación después de haber pasado por una crisis severísima en 2001 y 2002.

De hecho, en los 4 últimos años hemos tenido un crecimiento promedio anual de alrededor del 9%, ritmo que continúa por quinto año consecutivo, lo que determina un escenario en el cual prevemos que nuestra economía habrá crecido acumulativamente un 45% en ese lapso.

Asimismo, dentro de este contexto se ha dado una recuperación gradual del nivel de vida de la población y del mercado laboral.

Actualmente la tasa de desempleo se encuentra por debajo del 10%, muy lejos de aquel 24% registrado a mediados del 2002. Ello significa que hemos podido cumplir con uno de los principales objetivos que se trazó la administración del Presidente Néstor Kirchner al inicio de su gestión, o sea la drástica reducción del índice de pobreza con el consiguiente impacto positivo sobre la situación social en términos generales.

Hay que señalar que este regeneramiento económico ha tenido su correlato en el campo de las inversiones que en el último año registraron una relación con el PBI de alrededor del 22%, lo que implica un contraste notorio con el nivel del año 2002 que sólo llegó a poco más del 11%.

Efectivamente, tras haber resultado una de las variables más golpeadas desde el inicio de la recesión a mediados de 1998, actualmente la inversión está consolidando un fuerte proceso de recuperación, caracterizado por:

    * Una inversión bruta interna fija (ibif) de las cuentas nacionales que lleva diecisiete trimestres consecutivos de aumento, acumulando un alza superior al 168%.
    * Una recuperación de la ibif que no sólo respondió a una mayor inversión en el sector de la construcción, sino que también resultó impulsada por la incorporación de maquinaria y equipo, segmento que había sido particularmente afectado durante la crisis.
    * Asimismo, en los últimos dos años se observó una normalización del sistema financiero, con una notoria baja de las tasas de interés y un persistente aumento del crédito al sector privado.
    * Debe destacarse que desde un enfoque prospectivo, la recuperación de la inversión desempeña un rol clave en la sustentabilidad del crecimiento en el mediano/largo plazo, no sólo flexibilizando eventuales restricciones por el lado de la oferta, sino también generando un crecimiento genuino de la competitividad.

En lo que se refiere a la evolución de nuestro intercambio con el mundo, nos encontramos abocados a hacer realidad otro objetivo de la presente administración, es decir, alcanzar los 50 mil millones de dólares de exportaciones en 2007, o sea, duplicarlas en 4 años.

Se trata de una meta ambiciosa pero sin duda alcanzable con el esfuerzo de todos y pensamos que estamos en la buena senda. En efecto, ya en 2006 hemos superado los 46 mil millones de dólares de exportaciones, y habiendo expandido nuestras ventas externas en el último cuatrienio a una tasa de más del 15% anual, prevemos que ya a fines del presente año habremos sobrepasado con creces la meta citada de los 50 mil millones.

En este campo estamos convencidos que existe una correlación cada vez más estrecha entre nuestra prosperidad y la capacidad de insertarnos adecuadamente en los mercados internacionales, canalizando hacia los mismos una proporción sustancial de nuestro pbi.

Es por ello que estamos desarrollando algunos instrumentos que juzgamos indispensables para lograr ese objetivo de estado, a saber:

    * La promoción activa de la cooperación en materia de comercio exterior entre los sectores oficiales y privados por un lado, y el gobierno nacional y los gobiernos provinciales por el otro. En realidad, y tal como sucede en los países más exitosos, la expansión exportadora debe ser fruto de la acción mancomunada entre los empresarios y el estado. Corresponde a aquellos poner su iniciativa, su capital y su trabajo productivo, y a éste proporcionar reglas de juego estables y políticas de fomento.
    * La decidida participación del sector pymes en el proceso exportador, siendo que se trata, por su incorporacion de valor agregado al producto y por su generacion de empleo, de un verdadero motor del aparato productivo nacional, intimamente relacionado por otra parte con el desarrollo de nuestras economías regionales.
    * La promocion de una amplia diversificación de nuestra producción con el propósito deincorporar a la misma el mayor valor agregado posible, teniendo en cuenta la existencia de tecnologías nacionales sofisticadas que hoy se encuentran muy difundidas en nuestro medio.

Paralelamente a ello, estimamos imprescindible que nuestros servicios promocionales se aboquen a latarea de lograr una diversificacion de los destinos de nuestrasventas externas lo más amplia posible, ello en consistencia con nuestro objetivo de convertir a la argentina en un “global trader”.

En este escenario, somos conscientes de que cualquier pais que como la argentina pretenda alcanzar esa condicion, debera necesariamente hacer frente a una creciente competencia internacional acentuada por las amplias y constantes transformaciones tecnológicas del mundo de hoy que afectan a diario nuestras relaciones comerciales y de producción.

En vista de ello, resulta indispensable para nuestros paises evaluar constantemente nuestras fortalezas y debilidades para así estar a la altura de los desafíos que se nos presentan a diario.

En funcion de lo dicho, opino que es esencial el diseño e implementación de políticas que mejoren nuestra competitividad y nos permitan mantener activas las importantes corrientes comerciales y de inversiones que son funcionales a nuestro desarrollo economico y social.

En ese orden de cosas, la presente misión comercial multisectorial se enmarca justamente en esas políticas y es la demostración concreta de la importancia que atribuimos a la relación con Sudáfrica, representando un eslabón más en la cadena continua de nuestras relaciones bilaterales.

En ese sentido, quiero recordar que el encuentro de hoy ha sido precedido por otras misiones comerciales, rondas de negocios, seminarios y otros importantes eventos que han tenido lugar en ambos países en el pasado reciente y que han ido jalonando este proceso.

Por último, en lo que respecta al promisorio comercio bilateral argentino-sudafricano, puedo señalar con satisfacción que en 2006 ya cruzó la barrera de los 1000 millones de dólares, después de un fuerte crecimiento durante el ultimo quinquenio.

Sin embargo, creo que las cifras siguen siendo relativamente modestas comparadas con los niveles que podríamos alcanzar en un futuro no muy lejano, si seguimos trabajando al ritmo actual.

Por ello pienso que deberíamos aprovechar el momento propicio que, como vimos antes, atraviesan actualmente ambos paises y que se caracteriza por los mencionados procesos de recuperación y crecimiento.

Los miembros de mi delegación y yo estamos impresionados por la pujanza y el desarrollo que hemos observado en este maravilloso país, como así también por la hospitalidad de los sudafricanos, tanto de los funcionarios como de los empresarios y de toda la gente en general que nos toca tratar.

Esperamos poder brindarles la misma cordialidad en la argentina y también poder volver aquí en otras ocasiones porque una visita de este tipo tiene sentido cuando es parte de una relación continua de conocimiento y colaboración que, ya lo hemos visto, se va estrechando con el correr de los años.

Sólo me queda despedirme agradeciendo una vez más su amistad generosa y su interés en mi país al que los invito con la esperanza de retribuir sus atenciones y profundizar el conocimiento mutuo y la cooperación concreta.

Muchas gracias