COPETE: El Canciller argentino presidió esta mañana en Ginebra la Reunión del Sistema Global de Preferencias, donde se acordó establecer preferencias arancelarias significativas para el comercio entre 22 países en desarrollo e impulsar el comercio Sur-Sur. Taiana participó luego en la ciudad suiza de la VII Conferencia Ministerial de la OMC
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“Se trata de un paso muy importante en la cooperación Sur-Sur y una clara demostración de que los países en desarrollo tienen voluntad de continuar su trabajo en un proceso de liberalización compatible con su propio desarrollo”, afirmó esta mañana el canciller Jorge Taiana luego de presidir en Ginebra la Reunión del Sistema Global de Preferencias entre Países en Desarrollo (SGPC).
Durante la conferencia de prensa posterior a la Reunión que tuvo lugar en Palacio de las Naciones, sede de las oficinas de la ONU en Ginebra, el jefe de la diplomacia argentina –que viajó a Suiza junto al secretario de Relaciones Económicas y Comercio Internacional, Alfredo Chiaradía– presentó el acuerdo alcanzado entre las 22 naciones y afirmó que “demuestra que el problema en las negociaciones comerciales multilaterales no radica en los países en desarrollo”.
“El problema no está de nuestro lado. Nosotros podemos trabajar juntos y alcanzar acuerdos”, sostuvo Taiana al referirse al compromiso anunciado hoy en Ginebra y que fuera alcanzado la semana pasada a instancias del Comité de Negociaciones presidido por la Argentina, para fortalecer el flujo comercial entre países emergentes que, según estimaciones de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), se ha triplicado entre 1996 y 2006, alcanzando los 3 billones (millones de millones) de dólares. Un cuarto del comercio Sur-Sur hoy corresponde al comercio generado entre los países del Sistema.
Los lineamientos del acuerdo firmado por la Argentina, Brasil, Paraguay, Chile, México, Uruguay, Cuba, Egipto, India, Corea del Sur, Corea del Norte, Argelia, Irán, Marruecos, Tailandia, Sri Lanka, Vietnam, Malasia, Indonesia, Nigeria, Zimbawe y Pakistán establecen que en 2010 estos países definirán los bienes a los cuales se otorgarán preferencias del 20% sobre los aranceles aplicados al 70% de líneas arancelarias.
Ese resultado podría complementarse, en forma voluntaria, en base a pedidos y ofertas a partir de marzo de 2010. El año próximo, los países participantes completarán los trabajos técnicos para formalizar el acuerdo.
Se estima que estas conseciones preferenciales generarán comercio por un monto de 7.700 millones de dólares –los resultados podrían incluso ser mayores si se tienen en cuenta factores dinámicos–. La reducción en las tarifas aplicadas generará de inmediato nuevas corrientes comerciales entre los países participantes y les brindará nuevas oportunidades para mitigar la contracción económica mundial, diversificar los mercados de exportación y desarrollar nuevos productos de exportación.
Para la Argentina en particular, se podrían incrementar las exportaciones a los países participantes del Acuerdo en 800 millones de dólares aproximadamente, previéndose además un aumento de más del 10% de las exportaciones industriales a esos países.
El Sistema Global de Preferencias entre Países en Desarrollo fue establecido en 1989 como un instrumento para aumentar el comercio Sur-Sur, cuya expansión ha adquirido dinamismo en los últimos tiempos y se convirtió en un factor esencial para promover la diversificación de las exportaciones de los países en desarrollo y, en particular, para incrementar las exportaciones de manufacturas.
Luego de presidir este encuentro, el canciller Jorge Taiana participó de la VII Conferencia Ministerial Regular de la OMC, donde destacó que “la reciente decisión adoptada en el marco del Sistema Global de Preferencias comerciales entre Países en Desarrollo es una muestra del compromiso de nuestros países con un comercio internacional más abierto y equitativo” que impulsará “una cooperación Sur-Sur cada vez más necesaria para sustentar el sistema multilateral”
“Este espíritu debe extenderse a todo el sistema”, subrayó Taiana durante su intervención en el encuentro ministerial de la OMC, donde señaló que “la crisis que se inició en el sector financiero tuvo luego un gran impacto en el sector real de la economía con caída de la producción y el empleo” y que “no obstante haber tenido inicio en el mundo desarrollado, repercutió fuertemente en los países en desarrollo”
“Teniendo en cuenta que el comercio crecerá en menor medida que la recuperación que pueda tener lugar en la economía mundial”, Taiana sostuvo que esta situación “requiere de respuestas de diferente naturaleza que las aplicadas en el pasado”.
En este sentido, Taiana apuntó: “En primer lugar, es necesario que la OMC ejerza en plenitud la función de control y supervisión que le es propia. Esta organización debe velar objetivamente por el cumplimiento de las normas de todos los miembros”.
“Aquellas medidas que trascienden los tradicionales instrumentos de política comercial, como los paquetes fiscales, de asistencia financiera y políticas de ‘compre nacional’, adoptadas por los países de mayor peso económico, impactan significativamente sobre la competitividad de otros. En particular aquellos países en desarrollo que no cuentan con recursos fiscales similares”, indicó el Canciller argentino y señaló que por este motivo, nuestro país “presentó propuestas para mejorar los procedimientos de transparencias, supervisión y evaluación de los efectos distorsionantes de dichos paquetes de ayuda”.
Taiana también se refirió a la Ronda de Doha y a la “necesidad de contar con flexibilidades adecuadas para los países en desarrollo”.
“Además de esforzarnos para concluir la Ronda de Doha, que respete los mandatos establecidos y que esté orientada al desarrollo, debemos próximamente centrar nuestra atención sobre las normas que regulan los distintos sectores del comercio. En particular, y con respecto a la agricultura, se debe propender a la armonización en base a los estándares de los organismos internacionales relevantes, evitando que las medidas nacionales se conviertan en verdaderas barreras comerciales”, dijo.
Las negociaciones de la Ronda de Doha comenzaron en 2001 con el fin de profundizar la apertura de los mercados mundiales. Cualquier acuerdo que se alcance dentro de la OMC debe ser aprobado por los 153 miembros que integran el organismo.
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