El canciller Jorge Taiana -quien preside la importante delegación argentina compuesta por el vicecanciller Roberto García Moritán, el subsecretario de Políticas Latinoamericanas, Leonardo Franco, el titular de Cascos Blancos, Gabriel Fuks, el Embajador Argentino ante la OEA, Rodolfo Gil y el Subsecretario de Relaciones y Comercio Internacional, Luis María Kreckler - explicó que "se trata de las resoluciones sobre el derecho a la verdad, los derechos económicos, sociales y culturales, una propuesta sobre temas de discapacidad, y otra acerca de los Cascos Blancos”.
La resolución sobre el derecho a la verdad destaca, básicamente, el compromiso que debe adoptar la comunidad regional a favor del reconocimiento del derecho que tiene toda la sociedad, en especial los familiares de las víctimas de graves violaciones a los derechos humanos, a tener un conocimiento acabado de lo ocurrido, individualizando los hechos y los responsables. Esta resolución reconoce como principal antecedente la aprobada por consenso en la Comisión de Derechos Humanos (CDH) el año anterior, pero propone, para el derecho en cuestión, estándares de protección más elevados, a la vez que incluye las singularidades propias del contexto regional.
Con esta resolución, los Estados del hemisferio se comprometieron, por primera vez en la historia del sistema regional de protección de los derechos humanos, a respetar el derecho a la verdad como un derecho internacionalmente protegido. En ese sentido, el derecho a la verdad, que tuvo un especial desarrollo tanto en el marco de la jurisprudencia argentina como en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, hoy adquiere, gracias al trabajo de la Cancillería Argentina, un alcance universal y regional.
Por otra parte, también se aprobó una resolución presentada por el país que establece los criterios para que los distintos países elaboren los informes periódicos previstos en el Protocolo de San Salvador, sobre derechos económicos, sociales y culturales. Dicha resolución pretende contribuir a garantizar el debido respeto de los derechos consagrados en el Protocolo y, para ello, da cuenta de un conjunto de normas para determinar en qué medida los esfuerzos de los Estados, la sociedad civil y la comunidad internacional están consiguiendo el objetivo común de lograr el imperio de la democracia y el estado de derecho, fundamentalmente en materia de derechos económicos, sociales y culturales. La resolución en cuestión es la continuación de otra que el país presentó en la Asamblea General en 2003 por la cual se conformó un grupo de trabajo presidido por la Argentina para consensuar la elaboración de dichas normas.
Asimismo, la resolución aprobada esta semana solicita a la comisión interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que elabore, junto con el Instituto Interamericano de Derechos humanos (IIDH), un conjunto de indicadores que permitan medir los avances en términos del cumplimiento del Protocolo, a la vez que encomienda al Consejo Permanente de la OEA que establezca la composición y el funcionamiento del grupo de trabajo encargado de evaluar los informes que presenten los distintos países.
La Asamblea General también aprobó por consenso una resolución sobre discapacidad presentada por la Argentina, a través de la cual los Estados del continente reafirmaron su compromiso de proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de aquellos individuos o grupos inmersos en situaciones de vulnerabilidad, entre ellos las personas con discapacidad. El objetivo de esta resolución es solicitar que se ponga en marcha el comité encargado de monitorear el cumplimiento de las disposiciones establecidas por la Convención Interamericana para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad.
Por último, se aprobó la resolución de Cascos Blancos. Esta, reconoce la existencia de una red regional integrada por trece países, entre ellos Brasil - que fue integrado recientemente - para ser utilizada por la Secretaría General de la OEA. En referencia a esta resolución, Taiana señaló que “la iniciativa Cascos Blancos está contribuyendo con la formación de una red regional de voluntariado humanitario que busca optimizar las capacidades locales con el aprovechamiento de los avances tecnológicos, lo que se aprecia en el desarrollo en una base interconectada de voluntarios que pueden brindar rápida respuesta en la emergencia.”