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TAIANA ASEGURÓ QUE PARA LOGRAR EL DESARROLLO, HAY QUE “INSTRUMENTAR MECANISMOS” Y APLICAR REFORMAS QUE GARANTICEN EL CAPITAL AL SERVICIO DE LA PRODUCCION"

Domingo 30 Noviembre 2008
Información para la Prensa N°: 
422/08

El canciller argentino Jorge Taiana aseguró hoy al hablar en Doha en la Cumbre para el Desarrollo de la ONU que “sólo mediante una refundación de los sistemas financieros, incluyendo la imprescindible reforma de las instituciones de Bretton Woods, con la amplia participación y representación de los países emergentes en el diseño de su arquitectura y de sus políticas, el mundo estará en condiciones de encontrar soluciones a las causas que provocaron estas crisis y a las necesidades de financiación para desarrollo”.
“Resulta evidente el fin de una etapa – aseveró Taiana-. Y es muy importante encontrar los consensos necesarios para no perder esta oportunidad histórica. En esta Conferencia deberíamos ser capaces de introducir los cambios que estimemos adecuados en cuanto a la cooperación y la financiación para el desarrollo, con la vista puesta en el rediseño del nuevo sistema financiero internacional”

El jefe de la diplomacia argentina abogó por “instrumentar mecanismos que garanticen que el capital financiero esté al servicio de la producción y el desarrollo y no a la inversa” y advirtió que “De cara a la crisis económica mundial, creemos que es fundamental la coordinación entre los países en desarrollo, primero a nivel de nuestras respectivas regiones, con respecto a las medidas más urgentes para salvaguardar nuestras economías reales”.

Taiana realizó estas afirmaciones en su discurso de este mediodía de la Conferencia Internacional de Seguimiento de los compromisos adoptados en el Consenso de Monterrey en marzo de 2002 y que concluye el martes 2 de diciembre. En esta sesión plenaria, donde se examinan los avances que se pudieran haber realizado que adoptaron los países desarrollados en el sentido de transferir recursos a los países en desarrollo, Taiana dijo que “es tiempo de enfrentar las causas estructurales que impiden el crecimiento en armonía de la sociedad mundial y de asegurar que la economía se oriente en función de los objetivos de una sociedad más justa y equitativa, que refuerce la democracia y contribuya a afianzar la cooperación entre las naciones”.

Taiana reiteró que para la Argentina , “esta crisis originada en los países desarrollados afectará a países que no fueron responsables y que en los últimos años fueron el motor del crecimiento mundial”

Respecto al vínculo entre el comercio y las finanzas, Taiana enfatizó que en el “contexto de la actual crisis financiera, la necesidad de que en las negociaciones multilaterales de comercio se tengan plenamente en cuenta los intereses de los países en desarrollo, eliminando las prácticas de los países desarrollados que distorsionan el comercio agrícola y que a la vez permita que los países de menor tamaño puedan mantener niveles arancelarios adecuados para avanzar en sus políticas industriales que son esenciales para su desarrollo”.

El jefe de la diplomacia argentina también se refirió sobre las recetas de los organismos financieros internacionales: “La aplicación de políticas preconizadas e inducidas por los organismos financieros internacionales como el paradigma del camino al desarrollo, junto con la profundización de la desregulación de los mercados financieros permitieron el crecimiento de enormes burbujas especulativas fuera de toda vinculación razonable con la economía real. Recién ahora muchos toman conciencia de lo que estaba sucediendo, de su magnitud y de las consecuencias que tendrá en el crecimiento de la economía mundial”.

Por otra parte, la Argentina reafirma la cooperación Sur – Sur entre los países en desarrollo, que en los últimos años se convirtieron en exportadores netos de capital hacia los país desarrollados gracias a haber obtenido con esfuerzo propio superávit en sus cuentas corrientes y en muchos casos también fiscales.

Finalmente, Taiana solicitó que los países desarrolados cumplan con sus compromisos en relación con la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) que asumieron formalmente en el 2002: “Los propios países desarrollados reconocen haber aportado ayuda oficial al desarrollo y otras formas de cooperación por un volumen no mayor al Información para la asumido como compromiso” lo que generó que el Consenso de Monterrey y sus metas para el desarrollo no funcionó sino en su mínima parte.