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Estados Unidos y Mercosur buscan definir el ALCA

Viernes 11 Julio 2003
Información para la Prensa N°: 
129/2003

Información para la prensa nro. 129/2003

Los viceministros de Comercio del Hemisferio concluyeron esta tarde
la Reunión del Comité de Negociaciones Comerciales mantenida
en San Salvador, dejando en claro que la situación actual que
presenta el proceso de negociaciones del ALCA necesita dinamizarse para
obtener resultados concretos en enero de 2005.

Los representantes del Mercosur presentaron una propuesta
nueva, que apunta a dotar de realismo, balance y equilibrio de intereses
a la negociación hemisférica, particularmente en lo que
se refiere a los plazos de negociación acordados, que prevén
una conclusión del proceso en enero de 2005.

El secretario de Comercio Internacional, Martín
Redrado, indicó que “los países del Mercosur hemos
hecho un avance conceptual, un aporte constructivo en esta reunión
de El Salvador. Los elementos centrales son: flexibilidad, pragmatismo
y acceso a mercados para aumentar nuestro comercio”.

“Hemos avanzado también en la negociación
de acceso a mercados con Estados Unidos bajo un formato 4 + 1. Ésta
incluiría la eliminación de aranceles para bienes agrícolas
e industriales y compromisos de apertura en materia de servicios e inversiones”,
explicó el funcionario.

Los elementos centrales de la propuesta del gobierno argentino
en el marco del Mercosur son:

1.- Flexibilidad para negociar bilateral o multilateralmente,
dentro del Hemisferio, dependiendo de la preferencia de los países,
acceso a mercados en materia de bienes agrícolas e industriales,
servicios e inversiones.

Esta propuesta parte del reconocimiento de una situación
de hecho: existen puntos de partida arancelarios diferentes, existen
grados de apertura diferentes en materia de servicios e inversiones,
existen estructuras económicas y productivas diferentes y existen,
de hecho, ofertas diferenciadas presentadas en la mesa de negociaciones,
al menos, en materia de bienes.

El objetivo es, entonces, en materia arancelaria, lograr
la eliminación total de aranceles, para todo el universo de productos,
en un plazo no mayor a quince años. Al final de ese proceso de
transición, todos alcanzarían una zona de libre comercio
regional con arancel cero.

Sin embargo, durante ese proceso de transición,
los compromisos temporales de eliminación arancelaria podrían
ser diferentes, atendiendo a la situación comercial existente
entre los países involucrados en cada una de las negociaciones
bilaterales, sus posibilidades y, particularmente, sus sensibilidades.

En materia de servicios e inversiones, la negociación
bilateral se estructuraría sobre la base de apertura de mercados
en sectores clave, enumerados de manera explícita, pudiendo asumir
compromisos parciales en cada uno de estos sectores o limitar los mismos
a algunos de los subsectores que los integran, diferenciando por país,
según los compromisos ya asumidos por estos países en
el ámbito multilateral –en materia de servicios–
o a través de acuerdos bilaterales –en el caso de inversiones-,
y la estructura productiva y exportadora de cada una de las contrapartes
en estos rubros.

La utilización de un sistema que explicite los
sectores involucrados ayudaría a controlar el grado de compromiso
a asumir por los países del Mercosur, ya que se incluirían
estrictamente aquellos sectores a liberalizar, manteniendo, no sólo
la capacidad reglamentaria de los Estados, sino también la flexibilidad
necesaria para regular nuevos desarrollos en esta materia, no previstos
al momento de la negociación hemisférica.

2.- Adopción de normas y disciplinas comunes, que
permitan dotar de certidumbre las relaciones comerciales y de inversión
en el Hemisferio y evitar la discriminación entre los países
de la región.

La liberalización comercial no tiene efectos concretos
si no se la enmarca en un entramado normativo que garantice, no sólo
el equilibrio y la no discriminación entre los países,
sino también la efectiva aplicación de los compromisos
asumidos en materia de acceso a mercados.

Para ello, en materia de bienes, se necesitan reglas comunes
para el tratamiento de las barreras no arancelarias, las reglas de origen,
las normas y barreras técnicas, los procedimientos aduaneros,
las salvaguardias y todos otros aquellos elementos que permitan efectivizar
el acceso a mercados negociado. De nada sirve eliminar aranceles, si,
por ejemplo, las exportaciones se ven imposibilitadas de acceder a los
mercados por la aplicación de medidas paraarancelarias unilaterales.
De nada sirve, tampoco, desmantelarse arancelariamente si no existen
mecanismos, como las salvaguardias, que permitan responder en formas
expedita a los daños ocasionados por las importaciones en la
economía.

El entramado normativo no se limita, sin embargo, al marco
de acceso a mercados. Un acuerdo eficiente necesita contar con mecanismos
legales que le permitan solucionar las controversias que pudieran derivar
de la aplicación del mismo; necesita contar con mecanismos e
instituciones nacionales de defensa frente a las prácticas anticompetitivas;
necesita contar con normas comunes que le permitan regular la actual
aplicación unilateral de derechos antidumping y compensatorios,
normalmente más utilizados para proteger sectores nacionales
menos competitivos que para superar daños concretos a la industria
nacional, que puedan demostrarse en forma objetiva.

3.- El reconocimiento de la existencia de temas sustantivos
que no pueden ser resueltos por los países del Hemisferio.

Algunos de los temas de negociación incluidos en
la agenda ALCA involucran, por la propia naturaleza de los temas bajo
análisis, a actores extrahemisféricos, como la Unión
Europea y Japón, cuya no participación en esta negociación
altera la ecuación final a obtener.

Dos casos son claro ejemplo: los programas internos de
apoyo a la agricultura y las normas vigentes en materia de Propiedad
Intelectual.

En materia agrícola, la existencia de importantes
actores extrahemisféricos que aplican programas de ayuda interna
a la producción, distorsionando el comercio de productos agropecuarios,
torna poco realista cualquier objetivo de alcanzar, en la región,
el desmantelamiento total de los mismos. Por ello es que el Mercosur
aceptaría, entonces, la discusión de estos temas en el
ámbito multilateral.

Ello no implica desconocer sus efectos distorsivos ni
renunciar a la posibilidad de contrarrestar los mismos. Por ello la
propuesta del Mercosur apunta a establecer, en el marco regional, medidas
compensatorias para los países perjudicados por estas prácticas,
las que podrían traducirse en la exigencia de una eliminación
inmediata de aranceles o la ampliación de las cuotas para los
productos beneficiados por subsidios internos en algún país
de la región o en la suspensión de los beneficios arancelarios
otorgados por los países que no utilizan este tipo de apoyo a
sus productores.

En materia de Propiedad Intelectual, la normativa vigente
impide a los países acordar regionalmente estándares de
protección superiores a los acordados multilateralmente, sin
extender los mismos a todos los integrantes de la Organización
Mundial del Comercio (OMC). No se cuenta, en este tema, con posibilidades
de excepción semejantes a las previstas para bienes y servicios.
No tiene sentido, entonces, para el Mercosur, acordar en el Hemisferio
compromisos mayores a los multilaterales y verse obligado a conceder
los mismos a países extraregionales, sin contraprestación
alguna por el esfuerzo realizado.

La propuesta Mercosur parte de un reconocimiento de la
situación de hecho de la negociación ALCA y de un análisis
realista de los potenciales resultados a obtener. No impide una profundización
posterior, ni inhabilita la pretensión de contar con mayores
grados de ambición para el relacionamiento hemisférico.
Sólo intenta alcanzar un acuerdo equilibrado en los dieciocho
meses que restan de negociación y permitir a los países
controlar, con el mayor grado de precisión posible, los costos
y beneficios que derivarían de la efectiva aplicación
del mismo.

¿Qué otras propuestas se han presentado
en la mesa de negociaciones?

Estados Unidos, en consonancia con lo indicado en la reunión
informal de ministros de Maryland, a la que fue invitada la Argentina,
ha caracterizado el proyecto ALCA como un objetivo que excede la temática
económico–comercial y apunta a una mayor integración
en las Américas.

En ese marco, ha ratificado su compromiso de alcanzar
resultados concretos en enero de 2005. Para ello, ha propuesto alcanzar,
inicialmente, un Acuerdo base que prevé la eliminación
total de aranceles para los productos industriales y de lo sustancial
del comercio para los productos agrícolas, la negociación
de acceso a mercados en materia de servicios e inversiones a partir
de la identificación de sectores clave sobre los cuales se asumirían
los compromisos nacionales y la limitación de las negociaciones
de compras gubernamentales a normas de transparencia.

Califica este acuerdo como un primer paso, pudiendo ser
profundizado mediante acuerdos bilaterales o plurilaterales.

Asimismo, y conforme ha sido su posición hasta
la fecha, ha reiterado su intención de discutir los temas de
apoyo interno a la agricultura y defensa comercial – derechos
antidumping y compensatorios – en el marco de la Organización
Mundial del Comercio (OMC).

Este debate entre Estados Unidos y el Mercosur deberá
ser plasmado en mandatos e instrucciones concretas, que reorganicen
el proceso de negociaciones y permitan alcanzar el objetivo previsto
para enero de 2005. Para ello, y sobre la base de las propuestas presentadas
en la tarde de hoy, la Co – Presidencia elaborará un documento
de reflexión, a ser discutido por los Viceministros en su próxima
Reunión, que se realizará en Trinidad y Tobago a fines
del mes de septiembre.

11 de julio de 2003