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EL GRUPO INTERNACIONAL PARA LA EDUCACIÓN Y REMEMORACIÓN DEL HOLOCAUSTO SE REUNIÓ AYER EN EL PALACIO SAN MARTÍN

Jueves 12 Febrero 2009
Información para la Prensa N°: 
035/09

Ayer se realizó en el Palacio San Martín de la Cancillería argentina la primera reunión del capítulo argentino del Grupo de Trabajo Internacional para la Educación, Rememoración e Investigación del Holocausto.

Este Grupo de Trabajo Internacional es una organización que engloba actualmente a 26 países, entre ellos la Argentina –el único de América Latina miembro de la organización hasta el día de hoy–.

Nuestro país solicitó la admisión y se convirtió en miembro pleno, al adherir a la premisa de que la memoria y la educación sobre el Holocausto son indispensables para comprender, prevenir y combatir el antisemitismo y todas las formas de discriminación e intolerancia.

Como miembros de esta organización, la Argentina suscribió la Declaración de Estocolmo por la cual se subraya la necesidad de preservar la verdad sobre el Holocausto contra quienes lo niegan y se reafirma el compromiso de los gobiernos de asegurar que las generaciones futuras puedan comprender las causas y reflexionar sobre sus consecuencias. Esta adhesión forma parte de un compromiso reiterado por la Argentina en el plano internacional y nacional e integra una de sus políticas de estado más comprometidas.

A fin de contribuir eficazmente con los objetivos de la organización internacional, la Argentina ha conformado un grupo o capítulo nacional que integran la Cancillería, el Ministerio de Educación, la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos y organizaciones no gubernamentales. Cada uno de los tres ministerios ejerce anualmente su presidencia pro-tempore, asumiendo la Cancillería la presidencia para el año 2009.

Este grupo realiza un esfuerzo constante para desarrollar e implementar iniciativas nacionales para asegurar que el Holocausto sea suficientemente estudiado y recordado. El inicio de sus sesiones de trabajo de este año representa una ocasión para reafirmar la voluntad del gobierno argentino en desplegar todos sus esfuerzos para contribuir al conocimiento y comprensión del Holocausto, así como su rechazo a toda forma de antisemitismo o discriminación.