Funcionarios de las cancillerías de la Argentina y Chile mantuvieron este mediodía una reunión en el Palacio San Martín donde ratificaron las excelentes relaciones que hay entre los dos países y ultimaron los detalles de la visita que realizarán las presidentas Cristina Fernández de Kirchner y Michelle Bachelet al Vaticano el próximo 28 de noviembre para conmemorar junto al Papa Benedicto XVI los 25 años de la firma del Tratado de Paz y Amistad de 1984.
“Es un hecho significativo para nuestros dos países y también por supuesto para la Santa Sede, porque se trata de la ratificación de un proceso de paz, que hace pocos días ha recibido una ampliación en la integración entre los dos países a través del Tratado de Maipú que firmaron las Presidentas”, sostuvo hoy el secretario de Culto de la Nación, Guillermo Oliveri.
Cristina y Bachelet firmaron el pasado 30 de octubre en la comuna chilena de Maipú –donde tuvo lugar el abrazo histórico entre José de San Martín y Bernardo O’Higgins en 1818– el Tratado de Integración y Cooperación, que el canciller Jorge Taiana calificó de “histórico”, con “un alcance realmente inédito en América” ya que “sistematiza los logros institucionales bilaterales de los últimos 25 años y constituirá el nuevo marco programático en el cual se desarrollará la dinámica de la relación bilateral en las próximas generaciones”.
A tan sólo dos semanas del la firma por parte de las presidentas, el Tratado de Maipú fue ratificado el miércoles pasado en el Congreso de la Nación, donde fue aprobado por unanimidad en el Senado y ese mismo día el expediente pasó a la cámara baja para su tratamiento y sanción definitiva.
Oliveri recordó que la intervención de la Santa Sede que propició el Tratado de Paz y Amistad entre la Argentina y Chile “fue fundamental para detener un conflicto armado entre dos países hermanos” y destacó que “las dos presidentas llegan a Roma para conmemorar junto al Papa la firma de ese acuerdo con una evolución muy favorable, plasmada en el Tratado de Maipú, un logro significativo”.
“Es un hecho inusual para la Santa Sede, que recibirá por primera vez a dos presidentas juntas para conmemorar el resultado de una intervención exitosa para detener un conflicto”, señaló el Secretario de Culto de la Cancillería argentina luego del encuentro con autoridades chilenas, entre las cuales se encontraba el director general de Política Exterior, Roberto Ibarra y el embajador en Buenos Aires, Luis Maira.
El embajador argentino en Santiago, Ginés González García, resaltó la “especial significación” del viaje, “mucho más cuando, además, estos 25 años –y sobre todo estos últimos tiempos– culminaron con una extraordinaria relación estratégica entre los dos países, que se expresó hace dos semanas en la firma del Tratado en Maipú y en la aprobación anteayer por el Congreso argentino, lo que demuestra la voluntad política”.
El subsecretario de Política Latinoamericana, Agustín Colombo Sierra, por su parte, manifestó que esto es una prueba más de las “relaciones especiales que la Argentina mantiene con sus países limítrofes, particularmente Chile y Brasil, donde acabamos de realizar anteayer una visita en el marco del mecanismo bilateral que establecieron los Presidentes para verse regularmente, la única forma de encarar los problemas”.
“En este mecanismo que tenemos con Brasil seguimos avanzado en áreas concretas que hacen a la integración: se firmó un acuerdo para implementar medidas en la lucha contra el dengue este verano; hubo acuerdos en el terreno nuclear y en temas de desarrollo turístico, particularmente en Iguazú; así como el avance que registra el proyecto para la construcción de una represa en Garabí, en el Alto Río Uruguay”, sostuvo este mediodía el encargado de la Política Latinoamericana de la Cancillería argentina al referirse al viaje que realizó el pasado miércoles la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner a Brasil, donde se reunió con el Presidente Lula Da Silva.
“En Brasilia, se abordaron obviamente los temas comerciales. En este sentido, los presidentes decidieron que los ministros de Relaciones Exteriores y Comercio, Economía e Industria se reúnan cada 45 días y los presidentes cada tres meses, para que los conflictos comerciales puntuales sean atendidos a tiempo y no generen un deterioro en el conjunto de la relación, que es intensa en muchos aspectos”, continuó Colombo Sierra–
“Nuestra posición es que sólo se puede avanzar enfrentando los problemas y, en el terreno comercial, intentando siempre defender la producción y el empleo de nuestro país”, agregó.