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Argentina: sin agricultura no habrá negociación

Lunes 28 Julio 2003
Información para la Prensa N°: 
145/2003

La Argentina ratificó su posición en
contra de los subsidios a la exportación y las ayudas internas
a la agricultura, y a favor de la liberalización de las barreras
arancelarias y para arancelarias en los países desarrollados,
en el marco de la Reunión Ministerial Informal de la Organización
Mundial de Comercio (OMC), que se está realizando en Montreal,
Canadá, desde hoy y hasta el próximo miércoles
30.

Las reuniones ministeriales informales – también
conocidas como “mini-ministeriales” – son convocadas
para acercar posiciones al más alto nivel político, donde
los países pueden realizar aportes de sustancia en los debates
y propuestas con miras a facilitar el progreso en las negociaciones,
que resultan difíciles de efectuar en las reuniones ordinarias
de la OMC, donde participan más de 140 países miembros.

En esta oportunidad, la Argentina fue invitada a participar
nuevamente después de dos años de estar ausente en estas
reuniones, de las que participan los principales actores de las negociaciones
comerciales. Así, están presentes en Montreal los países
desarrollados con mayor influencia en la organización, encabezados
por sus responsables de política comercial, como el representante
de Comercio de los EE.UU., Robert Zoellick, y el Comisario Europeo de
Comercio, Pascal Lamy.

La delegación argentina, encabezada por el ministro
de Economía y Producción, Roberto Lavagna, y secundada
por el secretario de Comercio Internacional, Martín Redrado,
y por el secretario de Industria, Alberto Dumont, reiteró su
compromiso con el éxito de la Ronda de Negociaciones Comerciales
– la Ronda de Doha – y reclamó voluntad política
por parte de los países desarrollados para superar la actual
situación de estancamiento de las negociaciones y alcanzar un
acuerdo en agricultura, que permita una negociación global.

“Todos sabemos que de los resultados en agricultura
dependerá en buena medida la suerte de la negociación
global”, señaló Lavagna. “Si bien estamos
preparados para ser constructivos y contribuir al avance de las negociaciones,
nuestro país no busca cualquier acuerdo sino un acuerdo satisfactorio,
que necesariamente contenga compromisos sustantivos para nivelar el
campo de juego en el comercio internacional”.

Específicamente, en relación con la agricultura, sostuvo
que debe haber avances en los tres pilares de la negociación:
deben eliminarse todas las formas de subsidios a la exportación,
debe mejorarse sustancialmente el acceso a los mercados y debe reducirse
notoriamente las medidas de ayuda interna, tomando en cuenta el trato
especial y diferenciado para los países en desarrollo.

Durante las reuniones mantenidas hoy con los países
miembros del Grupo Cairns y con los responsables comerciales de los
25 países participantes en Montreal, la Argentina volvió
a señalar que la resolución de la cuestión agrícola
es el eje de la negociación, indicando que la falta de resultados
sustanciales en este sector pone en riesgo el avance en los restantes
temas. La delegación de nuestro país también hizo
un llamado, una vez más, a que los países desarrollados
– particularmente aquellos con mayor peso económico y con
mayor participación en el comercio mundial – “pasen
de la retórica a las propuestas concretas, con medidas que den
fuertes señales a los consumidores, los productores y a los mercados
en general, que evidencien que realmente se proponen hacer progresos
en procura de una mayor liberalización comercial”.

Esta posición parte de la disconformidad con los
actuales desequilibrios del sistema multilateral de comercio, producto
de la disparidad con la que se implementaron las desgravaciones arancelarias,
priorizando la baja de aranceles para los bienes industriales y marginalizando
del sistema a los bienes agrícolas. “Luego de la Ronda
Uruguay, nos encontramos en una situación de desequilibrio en
detrimento de los productos agrícolas, señaló la
delegación Argentina. Por ello, queremos conocer primero la voluntad
del desmantelamiento de ayudas y subsidios por parte de los países
desarrollados, principales responsables de las graves distorsiones que
sus políticas agrícolas proteccionistas provocan en el
comercio mundial, antes de tratar otras cuestiones, como acceso a los
mercados de productos industriales y servicios, ya que existe un vínculo
intrínseco entre el nivel de ambición de esta negociación
y la negociación agrícola.

Sin perjuicio de la prioridad que los avances en el campo
agrícola tienen para nuestro país, la Argentina participa
constructivamente en diferentes temas objeto de la negociación;
hemos realizado contribuciones, a título individual, y conjuntamente
con nuestros socios del Mercosur, en materia de servicios, bienes no
agrícolas, propiedad intelectual y subsidios a la pesca, entre
otros.

En este sentido, la Argentina está comprometida
a continuar con la negociación, en forma simétrica, sobre
todos los temas acordados. Por ello, los negociadores advirtieron que
en el escaso mes y medio que resta hasta la Conferencia Ministerial
de Cancún (10 al 14 de septiembre), es preciso progresar en las
cuestiones sustantivas – como por ejemplo, modalidades para negociación
en agricultura, cuestiones de desarrollo (inversiones, competencia,
transparencia en compras gubernamentales y facilitación de comercio)
y otros – y continuar avanzando de manera equilibrada, manteniendo
el nivel de ambición de los compromisos asumidos en Doha y llevar
a cabo lo allí comprometido, porque esta es la Agenda del Desarrollo.

Según estimaciones realizadas, una liberalización
total del comercio mundial generaría un aumento sustancial de
las exportaciones argentinas (aproximadamente del 29%) y un crecimiento
remarcable en el PBI (aproximadamente 5%). Por ello, la Argentina sostiene
la necesidad de reducir los aranceles y otras barreras para sus principales
sectores de exportación (subsidios, obstáculos técnicos,
medidas sanitarias, etc.), en procura de un mejor acceso para el aumento
de nuestras exportaciones.

28 de julio de 2003